Estos días se celebra en Málaga (además de en Sevilla y Madrid por primera vez) la octava edición de las Jornadas Internacionales de Cultura y Arte Popular Independiente Moments (15 septiembre – 20 noviembre), con platos tan fuertes como la visita del prestigioso diseñador gráfico y director de arte Stefan Sagmeister, que ha visitado la ciudad para impartir una charla y un taller titulado «Cómo tocar el corazón de alguien con el diseño», dentro del programa del festival.
Aprovechando la especial ocasión, nuestros amigos y colaboradores Viky Rodríguez y Carlos Campos, como ya hicieran en anteriores artículos con Andy Cruz, o Alex Trochut, han tenido la oportunidad de entrevistarle para nuestro blog, y han charlado con él sobre su carrera, sus trabajos más destacados y las claves de su éxito.
Los primeros pasos de una carrera meteórica
Sagmeister (Austria, 1962) estudió Diseño Gráfico en la Universidad de Artes Aplicadas de Viena y se trasladó después a Hong Kong para trabajar en la agencia de Leo Burnett. Tras esta experiencia, cumplió en Nueva York uno de sus sueños de estudiante, formar parte del estudio de Tibor Kalman. Cuando éste decidió cerrar y trasladarse a Italia, Stefan Sagmeister tomó la iniciativa y creó su propio estudio, conocido como Sagmeister Inc.
Estableció su empresa en un lugar pequeño con el fin de formar un equipo de no más de tres o cuatro personas. Esto se debe, como ha comentado en varias ocasiones, a que, según su experiencia, cuanta más gente esté involucrada en un mismo trabajo, peores son los resultados.
Hoy en día, debido al reducido tamaño del estudio y a la gran cantidad de ofertas que reciben, se ven obligados a rechazar muchas de ellas, pudiendo darse el lujo de desarrollar aquellas propuestas que más le gustan. Entre ellas, la creación de True Majority, un grupo de artistas y directivos estadounidenses que mostraron abiertamente su disconformidad con la guerra de Irak.
La clave del éxito
Viky & Carlos: Enhorabuena, Stefan, hoy en día eres uno de los diseñadores gráficos más valorados del mundo. Tu estilo es llamativo, humorístico, directo, lógico, siempre capta miradas y no deja indiferente a nadie. ¿Cuál es la clave del éxito e impacto en tus trabajos?
Stefan Sagmeister: Gracias por decir todas esas buenas cosas en general. Creo que en el estudio lo que intentamos hacer es ayudar a alguien o deleitar a alguien, y cuando logramos alcanzar ambas cosas, entonces en ese momento es cuando logramos alcanzar una pieza de diseño con la que estamos contentos, porque ese es el objetivo final. Por supuesto, lograr diseños importantes es difícil porque es una combinación de funcionalidad (dado que las cosas tienen que funcionar, eso es muy importante), pero por supuesto también tiene que haber algo bello, o gracioso, interesante. Algo que deleite de alguna manera a alguien. Y no lo conseguimos siempre, pero definitivamente lo intentamos siempre.
Diseño y Rock & Roll
Su trayectoria se ha desarrollado principalmente de mano de la música, una de sus pasiones. De este modo, se ha convertido en el diseñador de cubiertas de grandes artistas como The Rolling Stones, Talking Heads o Lou Reed.
V&C: Desde siempre, el uso de las letras en tu trabajo ha sido muy relevante y llamativo, algunos ejemplos son la cubierta para Lou Reed del disco Set the Twilight Reeling, o Things I have learned in my life so far (2008), una serie de fotografías que, si las unes, dicen: Trying to look good limits my life. ¿Por qué te gusta usar las letras de esa manera?
SS: Creo que durante mucho tiempo, especialmente durante la época que estábamos haciendo Things I have learned in my life so far, trataba de combinar la imagen y la tipografía en una sola cosa, porque pensábamos que de esta manera era algo mucho más potente. Tú sabes que normalmente en diseño gráfico, en la comunicación visual en general, generalmente están separadas; tienes la imagen por un lado y luego pones la tipografía. Pero en este caso pensamos que la pieza comunicaría mucho más rápido si combinábamos las dos en una.
Desconectar para seguir creando
Sin duda, una de las cosas que más llama la atención es el hecho de que cada siete años cierre su empresa para tomarse un año sabático. Su planteamiento es claro: tal y como ha explicado, tras un tiempo todos los trabajos se vuelve parecidos, algo que no puede permitirse. Por esta razón, se toma un respiro de un año para viajar y llevar a cabo proyectos que no podría hacer durante su etapa laboral. Durante este período surgen nuevas ideas e inspiraciones que poner en práctica. Podría decirse que es como si la capacidad creativa se oxigenara, de modo que se vuelve con más ganas, más energía y mayores ideas para trabajar.
V&C: Retomando la unión de la imagen y la tipografía, tal y como hablábamos en la pregunta anterior, otro diseño que llama mucho la atención a nivel tipográfico es la Typechair. ¿Cuánto crees que el dibujo, el soporte o la técnica que se usa para formar las letras y las palabras, condiciona el contenido textual de las mismas?
SS: En este caso específico de la silla tipográfica que hice en Bali, usé el texto de una carta que escribí a un amigo de EE. UU. El texto que se podía leer en la silla era básicamente una carta. El experimento consistía en convertir esa carta para mi amigo en una silla. En este caso creo que la forma y el contenido de la forma están muy unidos el uno al otro, ya que la silla era como una carta que fue hecha en Bali pero que rápidamente envié a EE. UU. De esta manera eran la misma cosa.
Sagmeister, arte y provocación
Su trabajo siempre se ha caracterizado por ser atrevido, directo y provocador. Ésta es su mayor característica, pero también una de las claves de su éxito. Ejemplo de esto son los conocidos carteles que realizó para las conferencias del American Institute of Graphic Arts, tanto el de Aiga Poster, Detroit 1999, como el de Fresh Dialogue. Otros buenos ejemplos más recientes son sus proyectos Beauty, The Happy Film o The Happy Book. Realiza trabajos comerciales y da cabida al mismo tiempo a otros más experimentales.
V&C: Sin duda, uno de tus carteles más famosos es el que realizaste para el American Institute of Graphic Arts, Detroit 1999, dónde un ayudante grabó en tu cuerpo los datos de la conferencia ¿Cómo y por qué se te ocurrió esa idea?
SS: En ese momento había muchas charlas, el tema de moda en diseño era el «proceso», el «cómo» creamos algo. Entonces, como era una charla sobre el proceso de diseño, pensé en involucrar la dureza del proceso y quise hacer algo en el que se viese claramente el «cómo» se hizo. Con lo cual, grabamos el texto de la charla en mi piel, y luego lo fotografiamos con una cámara de muy muy alta resolución. Una cámara de gran formato, con negativos muy grandes, por lo que se veía absolutamente todos los detalles.
Creo que en ese momento no había cámaras con tanta resolución que pudieran recoger tantos detalles. Se veía cada gota de sangre, cada poro de la piel, estaba claro que no había Photoshop. Hubiera sido mucho más penoso retocarlo que hacerlo en realidad. Entonces, básicamente, el póster contaba la historia de «cómo fue hecho» con mucha claridad y, por supuesto, el objetivo también era crear un póster impactante.
Mucho después descubrí que posiblemente estuve influenciado por un puñado de artistas austriacos que conocí muy bien cuando era estudiante, el llamado «Accionismo Vienés», ya que hacían muchas cosas con sangre. Pero en el momento en que diseñé el cartel no me di cuenta. Solo mucho más tarde, cuando fui a Viena y vi una exposición sobre ellos, me di cuenta de que posiblemente yo estuve influido por ellos en el momento para hacer ese póster».
V&C: Esto es todo Stefan, muchas gracias por tu paciencia y por concedernos la entrevista, y te dejamos continuar con el taller.
Nuestros colaboradores
Viky Rodríguez y Carlos Campos son diseñadores gráficos especializados en motion graphics y tipografía, respectivamente, y profesores en la Escuela de Arte José Nogué de Jaén, donde además organizan el evento Órbitas. Encuentro con creativos estelares.
Créditos: Fotos (Archivo Sagmeister y Moments Festival).