[ACTUALIZACIÓN FEBRERO 2021]
Este artículo se completa con 2 actualizaciones posteriores:
Affinity Publisher 1.8: novedades
Affinity Publisher 1.9: novedades
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En junio de este mismo año (2019), Serif lanzó al mercado Affinity Publisher, que junto a Affinity Design y Affinity Photo, completa la oferta de software actual de la compañía. Este trío de programas abarca las tareas más habituales en el flujo de trabajo de diseñador@s, es decir, diseño e illustración vectorial, retoque digital de imágenes y, desde ya, diseño editorial y extra-editorial.
En Rayitas azules, que nos gusta una novedad de software lo más grande, nos pusimos las pilas enseguida, y nos hemos pasado el veranito analizando y probando Affinity Publisher entre cañeja y chapuzón, para traeros los deberes bien hechos. A continuación os ofrecemos un exhaustivo estudio de las fortalezas y debilidades de Affinity Publisher frente a nuestro software de referencia, Adobe InDesign, para al final daros nuestras conclusiones profesionales. ¡Al lío!
Fortalezas de Affinity Publisher
Introducción
Vamos a empezar por aquellos aspectos de Publisher que más nos han sorprendido para bien, y que consideramos que suponen una mejora respecto a nuestro requeteamadísimo InDesign.Si un software reciente nos genera cierta desconfianza, lo primero que debemos tener en cuenta es que la compañía británica Serif no es nueva en el «barrio diseñil». De hecho, lleva desde los años 80 desarrollando aplicaciones para Windows. Como ellos mismos detallan, decidieron crear software al margen del gigante de Bill Gates para contar con mayor libertad y, en 2014 lanzaron Affinity Designer, su software para diseño e ilustración vectorial (competidor de Adobe Illustrator). Desde entonces, cuentan con más de dos millones de usuarios (poca broma), y aglutinan premios a cholón, entre ellos, el Apple Design Award y el Windows Developer Award.
La sensación general es que han analizado muy bien InDesign de cara a mejorar aquellos aspectos, sobre todo en lo que se refiere a usabilidad, que lastran al programa desde prácticamente sus inicios. En defensa de InDesign cabría resaltar que, aquellos programas que llevan tiempo en el mercado y constituyen un estándar, deben ser muy cautos a la hora de introducir cambios, por mucho que supongan mejoras de cara al usuario, pues este siempre se muestra más reacio al cambio por definición.
Tenemos un ejemplo claro con una de las últimas actualizaciones de Photoshop, y la polémica decisión de que al escalar objetos, la tecla shift tuviera el efecto contrario al de versiones anteriores, es decir, deformar en lugar de mantener la proporción entre ancho y alto (por cierto, el comportamiento por defecto en Affinity).
Aquellas funcionalidades que no hemos incluido, es porque no son significativas, o porque no existen diferencias reseñables, ni en cuanto a la filosofía de uso, ni en cuanto a eficacia o rendimiento…
Edición de archivos PDF
Sin duda, uno de los features que más nos han cautivado. Si abrimos (y decimos «abrir», no «colocar») un archivo en formato pdf, Publisher lo convierte de forma automática en un archivo nativo, manteniendo editables marcos de texto, etc. y permitiendo que su edición y modificación, así como adición de nuevo contenido a través del programa, sea mucho más sencilla.
De hecho, y mientras no presenten alguna solución, puede ser la forma más adecuada de manipular documentos de InDesign, aunque sea de forma indirecta, ya que, de momento, no nos permite abrir documentos «.indd» ni «.idml».
StudioLink: la integración entre aplicaciones reinventada
A diferencia de la filosofía tradicional de Adobe, el intercambio entre los 3 programas de la suite Affinity es directo, es decir, no hay un cambio de aplicación en sí. En la barra superior contamos con los 3 iconos correspondientes a Designer, Photo y Publisher (bautizados como «Personas»), de forma que si queremos, por ejemplo, enmascarar una imagen, simplemente tenemos que hacer clic sobre el icono («persona») de Photo.
Automáticamente obtendremos las herramientas correspondientes a este software en la propia interfaz de Publisher, y podremos realizar los cambios directamente. Al volver a hacer clic sobre el icono de Publisher, continuaremos trabajando en la publicación.
En el flujo tradicional de Adobe, tendríamos que abrir el vínculo en Photoshop, realizar la máscara, guardarlo, y actualizar la previsualización en InDesign. Con StudioLink no necesitamos cambiar de interfaz. De hecho, que existan 3 extensiones distintas para los archivos de las diferentes aplicaciones («.afdesigner», «.photo» y «.afpub»), se debe exclusivamente a motivos de usabilidad (por ejemplo, que el usuario haga doble clic en el finder), pero virtualmente, son los mismos, según nos cuentan desde Serif. La verdad es que constituye un verdadero game changer, del que muy probablemente otras empresas tomen buena nota.
Objetos vectoriales prediseñados
Otra de las características que nos ha chiflado, es que vienen preconfigurados un gran número de objetos geométricos vectoriales, entre los que se incluyen algunos de los elementos más usuales que empleamos los diseñadores (además del consabido rectángulo, elipse, etc.), como triángulos, «donuts», trapecios, etc. Además, también los podremos convertir en marcos de texto o marcos de imagen a posteriori.
Texto artístico: mayor versatilidad
Muchos diseñadores editoriales nos preguntamos por qué en InDesign el texto se tiene que insertar necesariamente a través marcos, mientras que su primo Illustrator te permite tanto introducirlo en un marco, como empezar a escribir directamente al hacer clic en la página con la herramienta.
Pues bien, la opción de texto artístico da respuesta a esa pregunta en Publisher. Haciendo clic simplemente, podremos empezar a introducir texto, así como redimensionarlo de forma más visual y directa, lo cual es ideal para ajustarse a áreas concretas, o delimitadas por guías.
División de marcos de texto en columnas
Cuando modificamos el número de columnas dentro de un marco de texto en Publisher, contamos con mayor versatilidad que la que nos ofrece InDesign, ya que podemos modificar el ancho de cada columna por separado, así como los medianiles, mientras que en el programa de Adobe, todas las columnas en las que dividamos un marco dado, adoptarán necesariamente los mismos parámetros.
Opentype: caracteres especiales y glifos
Las opciones para acceder a los distintos caracteres de una tipografía, así como su visualización, mejora ligeramente a las herramientas de Adobe, tal y como podemos apreciar en las imágenes siguientes.La paleta «Tipografía» nos permite acceder a los conjuntos estilísticos, a todas las alternativas Opentype, etc. La filosofía de uso y la previsualización es deliciosa. Eso sí, se puede echar de menos la función Opentype de InDesign donde aquellos caracteres con alternativas características de este formato de fuente, se subrayan de azul automáticamente en el texto, y nos permiten directamente cambiarlas en contexto, sin tener que acceder a paneles alternativos.
Filosofía de trabajo con capas
Aunque la inclusión de un panel de capas, no constituye en sí una novedad, podríamos decir que en el caso de Publisher, serían como unas capas normales de InDesign, pero con esteroides. Esto es debido, no sólo a la filosofía de su uso, sino también al hecho de que se visualicen miniaturas de los objetos, en lugar de ofrecer simplemente el nombre genérico de los mismos.
Trabajo con secciones
Se realiza a través de la herramienta «Administrador de secciones», mucho más clara e intuitiva que su equivalente en InDesign. Esta opción se encuentra bajo un cuadro de diálogo aparte, en lugar de acceder al minicuadro flotante de InDesign a través de las opciones de la paleta.
Por otro lado, también podemos nombrar las secciones, y emplearlas después en los pies o encabezados a través de un marcador. Vamos, exactamente igual que en InDesign.
Estilos de grupo
El trabajo con estilos de párrafo y de carácter en Publisher resulta muy similar al de InDesign, por no decir idéntico. Quizás se pueda hallar alguna diferencia en la gestión de las modificaciones locales, o en el hecho de que el programa de Affinity contemple por defecto varios estilos creados a priori que podemos modificar, en lugar de tener que empezar de cero, como en el software de Adobe. Donde Publisher se anota un golazo de chilena, es en la creación de estilos de grupo.
Estos no constituyen un tercer tipo de estilo en sí, sino más bien una filosofía de jerarquía dentro de la organización de estilos de párrafo. Mientras que en InDesign basamos unos estilos en uno «principal», para que cambien a la vez cuando de modifique dicho estilo (estilos relacionados como las variantes de cuerpo de texto), en el caso de Affinity Publisher, creamos un estilo de grupo (por ejemplo. Body), en el que se basan todos los demás, pero que podemos ver, gestionar y manipular jerárquicamente.Una organización similar se echa mucho de menos en InDesign, ya que todos los estilos se ubican al mismo nivel, y no hay una forma rápida y operativa de discernir qué estilos están basados en otros, más allá de que, el usuario les asigne nombres reveladores.
Buscar y sustituir
La herramienta es muy similar en cuanto a prestaciones que la de su prima de Adobe. Eso sí, la filosofía a la hora de mostrar los resultados de Publisher resulta sensiblemente más usable, y constituye una mejora considerable.
Cuando el usuario busca un término concreto, los resultados se listan en un panel, en lugar de la consabida casilla «Siguiente», propia del cuadro de diálogo de InDesign. Esto permite previsualizar todos los resultados de un solo vistazo, y discriminar los que se quieran reeemplazar o no, sin tener que trasladarse a la página concreta donde se encuentre el término en cuestión, salvo que nos interese para contextualizarlo.
Al igual que en InDesign, podemos asignar estilos de párrafo o carácter concretos a los resultados de la búsqueda, o acotar ésta, restringiendo los resultados según tengan asignado o no determinados estilos.
Propiedades de indexado
Podemos crear un índice de términos importantes, que permita al lector acceder a la información rápidamente, como por ejemplo, un índice por palabras. Esta tarea resulta mucho más intuitiva en Publisher que a través de las referencias cruzadas de InDesign.
El panel es más completo, y permite añadir palabras y buscarlas de forma más sencilla, pero, sobre todo y más importante, resulta más sencillo elegir qué palabras genéricas, adquieren un carácter pertinente en en una búsqueda dada.
No obstante, tal y como enseño a mis alumnos del Máster de diseño editorial y publicaciones digitales esta tarea la podemos realizar de forma mucho más sencilla a través del empleo de scripts como Indexmatic, que facilitan mucho la tarea.
Administrador de recursos
Sería el equivalente a la paleta vínculos de InDesign, para entendernos fácilmente, pero la diferencia estriba en la forma en la que nos ofrece información sobre la imagen, ya que es mucho más directa y usable.
En lugar de la lista farragosa de InDesign, que además hay que consultar a tamaño paleta, aquí se limita a presentarnos la información relevante a golpe de vista, como la resolución real a la que está cada imagen. Además, desde aquí podremos incrustar los vínculos en nuestro documento, si lo preferimos a tenerlos vinculados (algo poco recomendable de entrada, todo sea dicho de paso).
Paleta recursos
Esta paleta nos permite almacenar virtualmente cualquier objeto, marco, etc. que hayamos creado en Publisher. La filosofía sería muy similar a de las bibliotecas de objetos de InDesign. Sin embargo, este panel está disponible siempre para cualquier documento que creemos, y no constituye un documento aparte con extensión propia, como es el caso de InDesign. Lógicamente, permite al usuario crear distintas categorías para tener los objetos de uso común más a mano y ordenados. También es posible exportarlas o importarlas.
Paleta inventario
El panel inventario nos permite buscar imágenes directamente sin movernos del programa, provenientes de algunas de las principales webs especializadas en imágenes gratuitas. Concretamente desde Unsplash, Pexels y Pixabay. Aunque echamos de menos poder ver más información de las imágenes en el panel, no deja de ser una herramienta imprescindible, dado el uso que hoy en día se hace de páginas destinadas a la descarga de recursos gratuitos. Esperemos que próximamente amplíen a más sitios web especializados o, puestos a pedir, que podamos personalizarlos y añadir aquellos en los que estemos inscritos.
Imbatible en calidad/precio
Y sí, el vil metal probablemente sea el mayor fuerte de Affinity Publisher, y de cualquiera de sus compañeros de suite. Su precio es de 54,99 €, y se realiza un pago único. Sí sí, como lo oís. Por el precio aproximado de una sola cuota mensual de Adobe (depende del perfil de usuario, obviamente) obtenemos un programa altamente competitivo. De hecho, podemos obtener toda la suite, aplicaciones para iPad incluidas (se venden aparte), por algo menos de 210 €. Algo irrisorio en comparación con lo que cuesta la afiliación al gigante Adobe.
Eso sí, todavía no cuentan con programas de edición de vídeo, motion, web, interfaces, etc. que sí incluye el pack de Adobe. Será nuestro flujo de trabajo y nuestro propio perfil de usuario el que nos haga decantarnos por unos u otros.
Debilidades de Affinity Publisher
Aunque enumeraremos más adelante algunos detalles menores, las principales debilidades de Publisher no se encuentran entre las características que el programa ofrece, sino más bien en las que no. De hecho, más que de debilidades, deberíamos hablar de carencias o ausencias que, dependiendo del perfil de usuario de editorial que seamos, pueden ser determinantes para que la aplicación de Serif no pueda ser una alternativa real, al menos de momento, a InDesign en nuestro flujo de trabajo.
Publicaciones digitales para dispositivos
Las distintas soluciones para la generación de publicaciones digitales para dispositivos, no cuentan con plugins para Publisher, y, por lo tanto, si realizamos publicaciones como esta que te enseñamos, InDesign seguiría siendo imprescindible.
La creación de publicaciones digitales de cualquier indole (Pdfs interactivos, Ebooks, epubs, etc.) constituye el complemento perfecto a las habilidades del diseñador editorial tradicional, y debería figurar en el currículo a la hora de estudiar diseño editorial en cualquier centro que se precie.
Scripts, plugins o similares
En Rayitas azules os hemos hablado ya de los mejores scripts gratuitos para InDesign, y de las soluciones que estas herramientas (gratuitas o no) aportan a carencias eventuales del programa, o bien cómo mejoran ciertos flujos o características de InDesign.
El hecho de que Affinity Publisher no incluya scripts, ni la posibilidad de tenerlos, al menos de momento, constituye un defecto reseñable, especialmente si como diseñadores editoriales estamos habituados a emplearlos.
Documentos pdf interactivos enriquecidos
Aunque Affinity Publisher nos permite añadir hipervínculos simples a páginas del documento, a sitios web, correos electrónicos, etc. no es posible la adición de botones o campos de formularios directamente desde la aplicación, uno de los usos estrellas de InDesign, sino que tendríamos que recurrir a Adobe Acrobat para poder implementar los distintos campos, botones, etc.
Búsquedas avanzadas con GREP
Todavía no os hemos hablado en el blog de esta maravillosa opción de InDesign, ya nos vale, pero no os preocupéis que, más temprano que tarde, le dedicaremos un artículo (o varios, que hay mucha tela que cortar). GREP, son las siglas de Global Regular Expression Print. Se trata de un sistema de búsqueda y reemplazo avanzado, que nos permite ser mucho más precisos con el contenido textual que vamos a sustituir, o necesitamos localizar. GREP nos permite ser más precisos en acotar nuestros resultados y, así, evitamos afectar o revisar fragmentos de texto que no nos interesan.
En mi desempeño como diseñador editorial, han sido numerosas las ocasiones en las que GREP me ha sacado de más de un «marroncillo» sin salida, así que, para mi sería imprescindible que Affinity Publisher incluyese esta característica, para alzarse como alternativa real.
Exportación a formato epub
No hace falta argumentar que, en los últimos años, la lectura a través de dispositivos electrónicos, como pueda ser el famoso Kindle de Amazon, ha crecido exponencialmente. Diseñar un libro destinado al formato impreso, sin contar con que se tendrá que realizar su versión electrónica a posteriori, no es realista desde el punto de vista profesional. De momento, Publisher no nos ofrece esta opción, con lo que difícilmente pueda ser una alternativa a InDesign en proyectos editoriales transversales.
Trabajo con libros
No nos referimos a diseñar libros en sí, algo que lógicamente podemos realizar con ambos programas, sino a una característica propia de InDesign. Los libros son colecciones de documentos nativos del programa, que constituyen unidades lógicas dentro de una obra, y que nos puede interesar gestionar por separado.
Las razones para optar por este flujo de trabajo son diversas: envergadura del proyecto, separación por unidades temáticas (distintos capítulos de un libro), o simplemente para que varios diseñadores puedan trabajar en los diversos documentos por separado. Esta forma de acometer un proyecto, permite compartir estilos de texto, numeración automática de página entre los diversos documentos de InDesign, y suele ser habitual en editoriales y redacciones que, lógicamente, no se podrían pasar a Publisher con esta carencia.
Notas al pie de página
Las notas al pie de página, mejoradas en la versión CC 2019 de InDesign, son sin duda las grandes ausentes en Affinity Publisher. Que en un programa de diseño editorial no podamos implementar este tipo de notas roza lo inexplicable. Si bien buceando en los foros de la aplicación de Serif parece ser que será un rasgo que se añadirá en actualizaciones cercanas, ahora mismo hace muy difícil acometer un proyecto editorial complejo de carácter divulgativo, donde estas notas son habituales.
Tablas
Las tablas en Publisher implementan mejoras respecto a InDesign en algunos aspectos interesantes, como la inclusión de una numeración indicativa de cada una de las líneas (1, 2, 3) y columnas (A, B, C), algo que facilita el proceso de configuración de la tabla, o en la selección de filas y columnas de forma intuitiva.
No obstante, el programa no incluye la posibilidad de crear estilos de celda o de tabla, ni tampoco crear filas de encabezado. De hecho, la principal diferencia entre publisher e InDesign, en lo que a tablas se refiere, radica en su filosofía de uso. En Publisher las tablas son un objeto aparte, y no están insertas dentro de los propios marcos de texto, con lo cual se dificulta la continuidad de la tabla entre páginas, y la inclusión de encabezados, mientras que en InDesign estas fluyen dentro de los marcos de texto.
Asimismo, tampoco contamos con opciones automáticas que alternen rellenos o trazos en filas y columnas. Por otra parte, redimensionar alturas y anchos de fila y columnas respectivamente, debemos realizarse a través del panel, pero no a través de cursores interactivos, como es el caso de InDesign.
Traducciones de traca
Por último, algo menor, pero que nos ha llamado la atención, es la traducción de algunos términos, totalmente fallida y alejada del vocabulario relativo al diseño editorial en castellano. Por ejemplo, el término spread, inglés para pliegos, ha sido traducido por «Propagación», algo más cercano a un virus que a un proyecto editorial.
«Páginas impares» en lugar de «páginas enfrentadas», o tracking, un término habitual en tipografía y gestión de bloques de texto, aparece en su paleta como «seguimiento». Un «jarl» en toda regla.
Aunque esto no constituya una ausencia determinante de cara a decantarnos por el uso de uno u otro programa (de hecho InDesign también tiene algún epic fail «traductoril» fino), sí es cierto que denota que la traducción ha tenido bastante de automática, y para los que nos dedicamos a la formación (y tenemos pasado traductor, todo hay que decirlo), nos genera una impronta menos profesional.
Conclusión profesional
A pesar de que pasarse de un programa a otro siempre constituye una experiencia «traumática», lo cierto es que tras haberle dedicado un tiempo de trabajo a Publisher, la conclusión es que la curva de aprendizaje es muy sencilla (para usuarios experimentados en InDesign, lógicamente) y el usuario se siente muy cómodo. A esto ayuda que los atajos dedicados a la visualización y navegación por el documento son idénticos en ambos programas.La aparición de Affinity Publisher, además, pone de relieve que existen bastantes operaciones y numerosas herramientas de InDesign que necesitan una revisión en profundidad. Llevar casi que los 20 años que tiene InDesign trabajando con él, hace que seamos tan amantes del mismo, como críticos llegado el caso, como ahora.
«El precio de Affinity Publisher es de 54,99 €, y se realiza un pago único. Por el precio aproximado de una sola cuota mensual de Adobe (depende del perfil de usuario, obviamente) obtenemos un programa altamente competitivo. De hecho, podemos obtener toda la suite, aplicaciones para iPad incluidas (se venden aparte), por algo menos de 210 €»No podemos decir con rotundidad que un programa sea mejor que otro. Sí que podemos afirmar que InDesign es más completo en cuanto al tipo de proyectos que podemos abarcar (publicaciones digitales, documentos pdf interactivos, epubs, etc.)., y que Publisher le gana la partida en usabilidad general, y que incluye rasgos de los que seguro el programa de Adobe tomará buena nota.
Al final todo va a depender del perfil de profesional que seamos y del tipo de proyectos que abarquemos en nuestra tarea diaria.
Si nuestro flujo de trabajo es sobre todo impreso, y se trata de proyectos extraeditoriales, es decir, folletos, catálogos cortos, papelerías corporativas, etc. está claro que Affinity Publisher es nuestro programa. Su relación calidad/precio es imbatible, y, no debemos olvidar que se trata de la segunda actualización del software (17.2). Si a estas alturas ya puede mirar por encima del hombro a InDesign en ciertas funcionalidades, cabe esperar que en un futuro próximo sea aún más competitivo.Por otro lado, si nuestro flujo editorial es altamente profesional, como es nuestro caso particular, e incluye proyectos editoriales de diversa índole, InDesign será nuestra única opción, puesto que es el software más versátil en cuanto al tipo de publicaciones que nos permite generar.
No obstante, mucho cuidadín. Affinity Publisher está pendiente de versión para iPad, como sus compañeros de suite (Photo y Designer, que ya la tienen), y se rumorea que en un futuro no muy lejano, Publisher podrá abrir archivos en formato «.idml» (archivo de intercambio de InDesign), y ahí sí que puede hacerle mucha «pupitar», como diría nuestro amadísimo Chiquito, a nuestro no menos queridísimo InDesign.
Esperamos que este contundente artículo os haya servido, y os anime a más de un@ a, mínimo, echarle un vistazo a Affinity Publisher, que en ocasiones una dieta exclusivamente «Adovegana» se atraganta ;P
IMPORTANTE: la actualización de Affinity Publisher a la versión 1.8 (en febrero de 2020) trajo muchas novedades que os describimos en este artículo, entre otras la compatibilidad con InDesign.