¿Pdf? ¿ePub? ¿Epub 3.0? ¿App? ¿iBook? ¡Ayyy, “zeñó”! ¡Qué lío! En Rayitas azules somos conscientes de que la denominación “publicación digital” es ambigua, y que se usa como un cajón de sastre donde se van metiendo todo tipo de productos editoriales. Por eso, vamos a ponernos firmes y a desenmarañar esta madeja terminológica para que te quede claro, clarísimo todo. Si quieres hablar con propiedad y no quieres que cuando te hablen sobre publicaciones digitales te suene a chino de extrarradio, ¡vamos al lío!
Como diseñadores editoriales es muy importante que conozcamos la diferencia entre los distintos productos que podemos (o no podemos) ofertar. Para que te vayas situando: tu cliente te pide una versión digital del catálogo que previamente has diseñado (pongamos, de una línea de abrigos). Dicho cliente ya está relamiéndose, visualizando mentalmente sus prendas en un iPad, donde pulsas sobre cualquiera de ellas y aparece una ventana emergente con información sobre la composición del abrigo, links a su tienda online, etc.
Tú, por otra parte, estás planificando partir del catálogo original que ya diseñaste para hacer un pdf interactivo, es decir, el mismo catálogo con su tamaño original, pero con algunos añadidos como un botón por allí, un link por allá y quizás un vídeo de postre. ¡Imagínate el follón que se puede montar! Es más, añadamos algo más de terror a la pesadilla: piensa que igual ya tienes un presupuesto formalizado, coherente con tu concepción inicial del proyecto, pero nada que ver con lo que tu cliente realmente tenía en mente. Partiendo de la premisa de que en todo momento habéis estado hablando de “publicaciones digitales”, ¿quién tiene razón de los dos? Pues la respuesta es: ambos. ¿Cómorrrr?
Siempre que estemos presupuestando una publicación digital, tendremos que reafirmar que estamos en sintonía con lo que el cliente espera del proyectoPublicación digital. A través de la pantalla
Vamos a ponértelo fácil y en pocas palabras. Una publicación digital es, en esencia, un producto editorial similar a los que estamos acostumbrados (libros, catálogos, revistas…), pero que visualizamos a través de algún tipo de dispositivo digital: tablets, smartphones, eReaders, etc. El consumo a través de dicho dispositivo hace que tengamos que adaptar aspectos como navegabilidad o interactividad en mayor o menor medida, dependiendo del device en cuestión. Para añadir más leña al fire, la mayoría de dispositivos pueden leer diversos formatos, sea o no esta práctica la más apropiada.
Por ejemplo, puedes leer una novela en formato ePub en un smartphone pero, además de que probablemente tengas que tirar bastante de zoom in y zoom out, y no constituya una experiencia lectora cómoda, tu vista te sacará la banderita blanca a causa del constante reflejo de la pantalla. Para leer un libro en formato ePub debes emplear un dispositivo tipo Kindle de Amazon o similar (eReaders), cuya pantalla está diseñada para una lectura continuada e imita lo máximo posible la experiencia de lectura en papel.
Así que lo mejor, visto lo visto, es que definamos brevemente qué tipos de proyectos editoriales se esconden tras el término “publicaciones digitales”, y podamos discernir y asesorar a nuestros clientes sobre qué es lo que necesitan. Vamos a ello pues, de menor a mayor nivel de especialización.
Pdf (“pelao y mondao”)
Nos referimos a una versión en pdf optimizada de un producto editorial (revista, catálogo, etc.). Normalmente se parte de la versión diseñada para imprenta, pero se exporta con las imágenes a menor resolución para que su distribución online sea más fácil; es decir, que “pese” poco y no se “chupe” todos los datos del móvil al descargarlo (“que estamos todavía a día 15, prima”).
Si el lector accede a este tipo de formato a través de una tablet, donde está acostumbrado a toquetear y swipear a tope, probablemente se sienta frustrado al intentar pulsar sobre elementos de la página que no conducen a ningún sitio. Si lo visualiza a través de un smartphone es todavía peor, ya que, o cuenta con una pantalla de dimensiones considerables, o la tortura será directamente proporcional al número de páginas de la publicación. Un consejo de amigo, si te planteas este formato, al menos añade marcadores desde InDesign, de forma que se pueda navegar más fácilmente por ella.
Nivel de especialización: Bajo, bajísimo
Software: InDesign
Pdf interactivo
Un pdf interactivo aporta la posibilidad de implementar una cierta interactividad. Podemos añadir botones, links, audio, vídeo, diseñar formularios, etc. Esto lo hace ideal para portfolios interactivos, formularios básicos, papelería corporativa en formato digital, etc. En su contra tiene el problema de la compatibilidad, y es que, aunque la teoría nos diga que será compatible con cualquier lector en pdf, la realidad es que si no lo visualizas a través del Acrobat Reader, falla más que Anthony Blake en sus predicciones.
En definitiva, la experiencia de usuario será algo mejor que con el pdf “pelao y mondao”, pero deberíamos restringir su uso a ciertos productos, como hemos dicho.
Nivel de especialización: Medio. Tenemos que conocer varias paletas de InDesign que igual no tocamos habitualmente. Asimismo, para ciertos productos que impliquen cálculos complejos, como facturas, necesitaremos recurrir a Acrobat Pro.
Software: InDesign y Acrobat Pro
Los pdfs interactivos constituyen el formato ideal para la realización de formularios y desarrollos corporativos electrónicos, como facturasLibro electrónico (o Ebook)
Un libro electrónico, más conocido por el anglicismo Ebook (o e-book), es un libro de texto corrido (novela, ensayo, etc.) y quizás alguna imagen esporádica, que se lee a través de un eReader. Normalmente se distribuye en formato ePub, aunque algunas marcas, como Amazon y su Kindle, cuentan con un formato propio (.mobi). Los eReaders destacan por contar con pantallas especialmente diseñadas para la lectura, lo que se conoce como tinta electrónica. Dicha tecnología ha ido evolucionando y hoy contamos con pantallas retroiluminadas que no cansan la vista ni en las condiciones lumínicas más adversas.
Nivel de especialización: Avanzado. Además de conocer herramientas de InDesign específicas para esta tarea, tendremos que modificar el tamaño del documento para adaptarnos a distintos formatos y resoluciones, restringirnos en muchos aspectos, etc. Vamos, que ya hay que prepararse “en condi” y no vale con “exportar y listo”. Si sabemos algo de HTML y CSS, mucho mejor.
Software: InDesign
ePub 3.0
En esencia, es una evolución del formato ePub tradicional. Podemos realizar libros con vídeos, sonido, animaciones y, por lo tanto, se revela ideal para libros infantiles, libros para jugar y productos multimedia similares. Podemos disfrutar de este formato en cualquier tablet o eReader que lo admita (casi todos). No obstante, no olvidéis que, a la hora de leer libros, la tinta electrónica debería ser nuestra única opción. O eso, o ir más al oculista que Rompetechos.
Nivel de especialización: Avanzado. Además de las herramientas concretas de InDesign, se hacen necesarios otros programas y conocimientos sobre experiencia de usuario, navegabilidad, etc.
Software: InDesign y, dependiendo del nivel de interactividad y elementos que la conformen, necesitaremos pilotar programas de autoría de vídeo, (Adobe After Effects) animación (Adobe Animate), etc.
iBooks
Un iBook es un formato muy similar a un ePub 3.0 con la salvedad de que sólo es compatible con dispositivos Apple, y no con otras tablets o smartphones. De hecho, podemos realizar libros con una gran carga interactiva a través del software gratuito iBooks Author, pero sólo podremos distribuirlos a través de la Apple Store (“tonticos” que nos han “salío” los de la manzana). Bajo la misma denominación (iBooks) estaría la app que nos permite tener nuestra biblioteca organizada (sea en este formato o en otros, como el ePub). Para entendernos, es como el iTunes pero para libros, con la salvedad de que nos permite diseñarlos de forma relativamente sencilla.
Nivel de especialización: Bajo-medio. El iBooks Author es muy intuitivo y sigue la estela de otros programas de Apple como Keynote, pero también tiene su curva de aprendizaje. Además, una cosa es que esté “chupao” añadir un vídeo o una animación a tu libro, y otra muy distinta, que lo sea realizarlos.
Software: iBooks Author y, dependiendo de la interactividad que queramos añadir, otros programas de autoría de vídeo y/o animación.
Revistas digitales, libros, etc. en formato app
A diferencia del resto de los formatos vistos, una revista digital es una app que ofrece (o debe ofrecer) una experiencia de usuario más completa y adaptada al dispositivo a través del cual la estemos visualizando. Por ejemplo, una revista como Wired, con una versión para tablet excepcional, nos permite navegar a través de los artículos de forma intuitiva e interactuar con la publicación tal y como lo haríamos con cualquier otra app: ofrece links a webs, vídeos, ventanas emergentes, y multitud de elementos interactivos.
La clave está en comprender que la versión digital de una revista impresa no sustituye a esta última, sino que la complementa o genera un producto distinto e independiente. Si lo preferís, ofrece una forma alternativa de consumir los contenidos, que no es excluyente con la versión impresa.
A través de una revista en formato app podemos hacer cosas tan molonas como esta portada en movimiento.
¡Ojo! Una cosa es diseñarlas y otra muy distinta distribuirlas. Tendremos que contar con que las distintas librerías y quioscos digitales, sean de Apple, Android, Amazon o Windows, nos cobraran una cantidad por ponerlas en circulación y un porcentaje sobre las ventas. Es importante informarse bien en este sentido para no llevarnos sorpresas.
Nivel de especialización: Alto. Además de todo lo que necesitamos saber de interactividad en InDesign y conocimientos de experiencia de usuario (UX, tan en boga estos días), tendremos que aprender las peculiaridades del software (normalmente suele ser un plugin para InDesign) que elijamos para diseñar y distribuir el producto.
Software: InDesign nivel Pro y el software que empleemos para distribuir y diseñar nuestro producto editorial (Desingd, Origami, etc.). También algún programa de autoría de vídeo y animación.
Todo clarinético (esperamos)
Si has llegado hasta aquí, ya sabrás que la clave está en discernir qué tipo de producto es el adecuado para cada cliente y su proyecto en particular. Lo más importante es que adaptemos el producto a la experiencia de usuario que nuestros lectores esperan, y no al contrario. Esperamos haber arrojado algo de luz y que cuando escuches “publicación digital” ya no se te ponga “carusa” de que te deban 3000 euros.
En futuros posts profundizaremos más en el tema, pero mientras, te animamos a darle caña al iPad. Descárgate alguna revista guapa en formato app (si no lo has hecho antes) y swipea a gusto que, al final, es la mejor manera de conocer lo que dan de sí y aprender sobre experiencia de usuario. Para que se te vaya abriendo el apetito, nunca mejor dicho, aquí te dejamos estos vídeos con dos de las portadas para tablet de la revista Taste.
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