Cada cierto tiempo, nacen pequeños grandes proyectos que nos roban el corazón diseñil, ya de por sí enamoradizo, que late detrás de Rayitas Azules. Colla Paper es uno de esos proyectos.

Pensamiento, mano, papel. La secuencia de pasos que siempre ha estado detrás del inicio de todo gran proyecto es el germen que da lugar a la creación de esta nueva marca de papelería bonita, ética y funcional.

La misión

Colla Paper sale a la búsqueda de un futuro menos digital, sin dejar de ser conscientes de que vivimos en un mundo que cada vez lo es más, pero reivindicando ese ritual analógico de planificación a través de «herramientas de escritorio tradicionales para humanizar la escritura y la representación de ideas».

Agendas, libretas, cuadernos, calendarios, que invitan a «la reflexión, el tachón y el tacto del papel como alternativa a la frialdad del aquí y ahora electrónico». No puede gustarnos más esta premisa, por mucho que hayamos sucumbido a la inmediatez digital. 

La familia Colla Paper

Colla Paper nace como fruto de la unión y el buen hacer de Impresum y Estándar estudio, una imprenta y un estudio de diseño, marcas valencianas y vecinas a escala barrio, que buscan crear herramientas que conectan a los creadores con sus procesos. Enamorados del papel, de los que aún disfrutan garabateando lápiz en mano, aunque para borrar no exista el comando Ctrl+z.

Con la gente maja de Impresum compartimos una historia de amor que viene ya de largo. Ellos cuentan con una solida y muy profesional trayectoria como impresores de alta calidad, con valores sociales y compromiso medioambiental, y son también un referente del panorama editorial gracias a sus boletines Print y NoPrint. Además, han sido patrocinadores de la segunda y tercera edición de nuestro Málaga Type.

Estándar es un estudio independiente de diseño gráfico, especializado en identidad corporativa, diseño editorial y tipografía. Trabajan desde la cercanía con el cliente, adaptando sus soluciones e ideas a las necesidades y escala de cada proyecto.

Los productos

El catálogo de Colla Paper está formado por una serie limitada de objetos con utilidad para la vida diaria: agendas, calendarios, cuadernos, libretas, tacos de notas y pegatinas. No hay artificios ni florituras. Estética limpia y efectiva y la tipografía como eje principal.

El papel, «uno de los materiales más pacientes y cálidos», es el protagonista de este proyecto. Colla Paper experimenta con papeles reciclados para dar forma a su colección, creada mediante procesos y materiales bioéticos. Son productos locales, de unidades limitadas y tiradas cortas, que respiran el mimo, el cariño y la intención puesta en este proyecto.

Encontramos libretas ligeras, que nos recuerdan a los clásicos cuadernos de escritura, agendas anuales que funcionan a la vez como calendario y diario, calendarios de pared y de escritorio, en forma de taco, blocs de notas (o papelotes, como desde Colla los han bautizado), o cuadernos de escritura y dibujo, con cubiertas de papel gofrado.

La experiencia Colla Paper

En definitiva, tocar, oler y respirar los productos de Colla Paper es recuperar esa magia que sucedía en nuestra infancia cada comienzo de curso, cuando tocaba hacer acopio de material escolar y visitábamos la papelería del barrio, en la que montañas de libretas y cuadernos varios nos hacían ojitos para que los eligiésemos como compañeros de viaje escolar.

En Rayitas Azules lo tenemos claro, a tope con lo digital y todas sus ventajas, pero que no nos toquen el papel, y que la hoja en blanco siga teniendo tacto gustoso, olorcito rico y se nos llene de churretes de tinta.