De izquierda a derecha: Mónica Munguía, Dafne Martínez y Sandra García. Imagen de David Godinez

Son la primera fundición tipográfica latinoamericana formada íntegramente por mujeres, lo que las dota de un cierto carácter de pioneras. Aunque ellas tienen muy claro que en esto de la tipografía nunca se deja de aprender. Saben que el camino hacia la profesionalización es un proceso que no acaba nunca. Afrontan la Tipografía desde todos los ángulos posibles, no solo desde del diseño y la producción, sino también desde la vertiente didáctica y educativa a través de charlas, las redes sociales y la edición de un libro que verá la luz a finales de este año. Dafne Martínez, Mónica Munguía y Sandra García son Tipastype, un equipo cohesionado y bien avenido.

Emprendedoras audaces, las fronteras de su México natal se les están quedando pequeñas y ya proyectan su salto al mercado internacional. Pues no solo son capaces de afrontar con admirable espíritu deportivo los retos y dificultades que la realización de un proyecto como el suyo conlleva, sino que suponen un claro ejemplo de esa extraña capacidad que ciertas personas poseen de convertir los problemas en oportunidades. Rezuman entusiasmo y energía en cada una de sus respuestas durante la conversación que hemos mantenido con ellas, lo que siempre resulta una saludable inyección de optimismo.

Rayitas Azules: Dafne Martínez, Mónica Munguía y Sandra García, ¿qué os unió y os une, además de la Tipografía? ¿Cómo os conocisteis y os reconocisteis?

Sandra García: Esa es una historia un poco cómica, pero nos encanta contarla: nos conocimos en un baño. Sí, en el baño de una conferencia de tipografía. Mónica había dado una charla precisamente sobre mujeres en el campo tipográfico y al encontrarnos allí charlamos sobre la necesidad de más difusión y de oportunidades de trabajo en nuestro país. A partir de esta oportunidad surgió la idea de hacer un proyecto juntas que resolviera un poco esta problemática y comenzamos a juntarnos para compartir opiniones e ideas, cuando menos pensamos ya estábamos construyendo Tipastype.

Dafne Martínez: ¿Qué nos une? Nos unen las ganas de hacer, de autogenerar trabajo tipográfico, de abrir un nicho que aún es estrecho en nuestro país, las ganas de seguir aprendiendo, un gran espíritu de colaboración, y sí, también las ganas de destacar en lo que amamos. Con el tiempo también hemos desarrollado una relación de amistad que ha afianzado las cosas.

Mónica Munguía: El interés por poder desarrollar tipografía y autogenerar un empleo que en México no existe como tal y que deseábamos realizar sin necesidad de migrar a otro país. También buscábamos fortalecer al gremio generando contenido, y sobre todo poder hacer cohesión con otras colegas que buscan como nosotras feedback, y desde luego, ser reconocidas profesionalmente.

Cuando tuve la oportunidad de hablar sobre el tema del papel de la mujer en la tipografía en un congreso y conocer a Sandra, con quien pude platicar y ver su reacción de juntémonos, discutamos y propongamos, pensé en que el camino para muchas podría ser más corto y que apoyándonos podríamos llegar mejor y más lejos.

Con ambas me une una amistad sincera, conocer sus fortalezas y crecer como mujeres, como individuos, me ha hecho mejor y me ha permitido reflexionar sobre mi aporte como profesional. Amigos, hombres del gremio, nos preguntan sobre cómo le hacemos para trabajar juntas, que ellos no pueden, no sé si en todos lados sea así, pero entre nosotras logramos aportar y opinar hasta donde se puede sobre el trabajo de la otra, valoramos esa opinión. Para mí las opiniones de mis amigas y compañeras son importantes, porque conocen mi día a día y mi modo de trabajo, eso nos hace mejores, escuchar y aprender de las fortalezas de otros.

RA: A nivel individual, nos gustaría saber un poco más sobre vosotras. ¿Cómo fueron vuestros inicios en Tipografía y el camino hacia la profesionalización?

DM: En la carrera de Diseño Gráfico había que elegir una especialización y en mi caso fue Diseño Editorial. Me gustó mucho generar estructuras y sistemas, así como resolver problemas específicos. También aquí tuve mi primer acercamiento a la tipografía, el cómo funciona y cómo se usa. Aún saliendo de la escuela muchas cosas seguían siendo un misterio para mí, pero al conceptualizar la tipografía como una herramienta indispensable, mi curiosidad fue aumentando, por lo que sentí la necesidad de estudiar más al respecto. Comencé a practicar y estudiar caligrafía por varios años, algo que aún hago, comprendí conceptos como el ritmo, el espacio entre letras, el ductus, etc. También tomé cursos sobre tipografía, aunque de una manera menos seria. Finalmente me decidí por realizar la maestría en Diseño Tipográfico, sólo para darme cuenta que aún había muchas cosas por aprender, para este momento sabía que quería trabajar con tipografía, pero además quería hacerla.

MM: Desde que concluí la licenciatura en Diseño Gráfico, el tema de la tipografía me apasionaba y de hecho tomé varios talleres alrededor de la letra para estar segura que quería profesionalizarme en ello. Incluso hubo gente en ese proceso que me motivó para optar por ella, pues creían que tenía mucha capacidad para desarrollarme en esta área. Descubrí que sí, que amaba poder representar a través de la letra y sus cualidades plásticas cualquier concepto o sentimiento que quisiera representar. Además, muchas veces la siento como un reto para poder desarrollar sistemas tipográficos difíciles y divertidos. Para mí siempre es muy placentero resolverlos.

El camino hacia la profesionalización, a mi parecer, siempre estará en proceso. Creo que me falta mucho aprendizaje para poder tomar mejores decisiones durante mi proceso de diseño y producción tipográfica. Cada proyecto me obliga a investigar, resolver y tomar mejores decisiones. Los resultados son los que me gusta analizar, porque de ellos me doy cuenta en qué podría mejorar. Entonces pienso que conforme más proyectos desarrolle, más aprenderé, porque cada uno cumple con diferentes necesidades. También considero que en esta parte de la profesionalización, el trabajo personal nos enriquece y fortalece, pues lo hacemos por gusto y eso equilibra nuestros propios desafíos.

SG: Inicié en Medellín dictando la cátedra de Tipografía y para ello investigué mucho, pero con el tiempo me di cuenta que no quería solo saber usarla o conocer los detalles históricos, sino saber hacerla. Este deseo me lo despertó mucho el libro de Karen Cheng, Designing Type, donde Cheng aborda un análisis comparativo de formas tipográficas y muestra proyectos de sus estudiantes. Si bien veía lo que allí presentaba no entendía lo que veía, no entendí las decisiones del diseñador… Entonces me acerqué a estudiar la maestría en Diseño Tipográfico con la esperanza de entender. Sigo aprendiendo.

RA: Tipastypes es la primera fundición tipográfica latinoamericana formada íntegramente por mujeres, toda una referencia. ¿Cuáles fueron los motivos para crear la fundición? ¿Os encontrasteis muchos desafíos para comenzar vuestra propia fundición tipográfica?

Tipastype: Precisamente autogenerar el empleo en una área poco conocida por acá fue uno de nuestros principales motores. Luego también está el asunto de género. Descubrimos que había pocas mujeres en Latinoamérica produciendo fuentes y nos preguntamos mucho por qué. Descubrimos en realidad que hay un buen número de nosotras trabajando, sólo era cosa de buscarlas. Crear un equipo dividiendo tareas, compartiendo ideas y equilibrando las debilidades y puntos fuertes de cada una parecía un plan muy tentador, así que lo hicimos.

Un desafío sin lugar a dudas ha sido el crear una fundición sin saber realmente a qué nos enfrentábamos, darnos cuenta de que en realidad sabíamos lo básico en el desarrollo de una fuente o de una familia, así como del proceso de producción. Aún hoy, sigue siendo un proceso lleno de desafíos, apenas sorteamos uno aparece otro, pero eso es lo bonito de emprender algo, trae muchas sorpresas y mucho aprendizaje consigo. El aprender a trabajar en equipo y optimizar nuestros procesos fueron los primeros desafíos a los que nos enfrentamos, luego representó buscar, estudiar y aprender más sobre tipografía, pero también de muchos otros temas antes ajenos a nuestra área como administración y mercadeo. Todo ha sido un reto enorme, pero poder juntar el conocimiento de cada una más el nuevo sigue siendo muy afortunado. Ninguna de nosotras seríamos quien somos ahora si no hubiéramos decidido hacerlo. Son cosas que nadie te va a enseñar en clase o en el mismo gremio.

RA: ¿Cuales son los objetivos comerciales, estéticos o personales de Tipastype?

TT: Nuestros objetivos comerciales son, a corto plazo, posicionarnos como productoras de fuentes custom a nivel nacional, donde estamos abriendo el mercado. De manera internacional, a mediano y largo plazo, estamos actualizando nuestro portafolio y sitio web para abrir nuevos mercados. Del mismo modo estamos generando un stock amplio de fuentes retail, dónde se conjuga la exploración personal y funcional para que le sirva a distintos nichos.

Ahora mismo, estamos apostando mucho por el mercado custom, ya hemos desarrollado un par de proyectos para agencias locales con mucha satisfacción y estamos en búsqueda de más proyectos similares.

Nos parecen muy enriquecedores los proyectos que nacen de necesidades específicas, e imponen limitaciones ajenas a uno, en ese sentido las fuentes custom son clave en nuestro crecimiento como fundidora. Las alianzas estratégicas que hemos realizado con agencias de branding han demostrado la importancia y el potencial de las fuentes personalizadas.

Sin embargo también hemos generado proyectos que nos han enriquecido desde el aspecto histórico o cultural y que pueden dejar un registro para otros colegas que les permitan desarrollar proyectos afines. De estos hay uno que nos vuelve locas, una reinterpretación caligráfica en colaboración con uno de nuestros calígrafos favoritos de México, proyecto que ya empezamos y que esperamos tener avances a finales de este año.

En cuanto al área de difusión y educación se vienen cosas muy buenas, pues estamos trabajando en un libro muy didáctico que esperamos salga a finales de año. También planeamos continuar con los post en redes y quién sabe que más nos depare el año.

RA: ¿Cómo es el día a día en Tipastype? ¿Podéis contar algo sobre el trabajo en equipo?

TT: En general procuramos trabajar los proyectos en equipo, aunque las tareas se realicen de manera individual ya sea en la génesis, el seguimiento o al finalizar el proyecto procuramos siempre dar retroalimentación del resto del equipo que termina enriqueciendo y mejorando los resultados.

Hay días muy tranquilos en los que cada quien realiza las tareas que le han sido asignadas, pero luego hay otros días en que toca generar conceptos, iniciar dibujo, dar charlas, hacer entrevistas o recibir noticias buenas sobre nuestros proyectos. Eso da un giro a nuestro día a día.

Tenemos áreas específicas de trabajo, que se dividen en trabajo creativo y tareas administrativas, es imposible no adquirir roles específicos.

RA: ¿Cuál es la mayor influencia en vuestro trabajo, alguna tendencia o tradición en concreto?

DM: No sé si es una influencia como tal, pero en general Pampatype, la manera en que se maneja la fundidora y sus proyectos me parecen geniales, las fuentes de Pancho Gálvez son una delicia. También me gusta mucho el trabajo de Huerta Tipográfica, Alegreya me parece una fuente muy hermosa y funcional.

MM: Creo que no podría enlistar a todos los tipógrafos de los que admiro enormemente su trabajo. En realidad nunca he buscado inspirarme en el trabajo de otros, mi búsqueda siempre ha sido a través del instrumento que utilizo en el momento de bocetar y por ello pienso que muchas veces me he tardado en encontrar las soluciones correctas. Pienso que mi inspiración o modo de trabajo más bien, viene de lo que quiero transmitir con la letra (conceptos o sentimientos), pero al mismo tiempo, al dibujarla, me obligo a ir pensando en las necesidades técnicas que quiero que cumplan.

SG: Admiro mucho el trabajo de Zuzana Licko, Carol Twombly, Adrian Frutiger, Hoefler y varios más. Últimamente he estudiado conscientemente el ductus caligráfico, lo que ha influenciado mucho más mi trabajo. Recomiendo mucho entender esa estructura, ya que seguimos haciendo letras latinas inspiradas en la herramienta y el uso de la pluma, el pincel o la herramienta de escritura, si se entiende ese principio se generan mejores propuestas.

 

RA: ¿De dónde viene vuestra inspiración creativa cuando diseñáis tipos de letra? ¿Pensáis antes en la estética o en el uso?

TT: Siempre comenzamos haciendo un análisis sobre el uso que va a tener la fuente, de ahí logramos obtener algunas anotaciones y características que sabemos debe tener, y algunas otras que pueden ser decididas más tarde, luego ya nos decantamos en el interés estético.

En realidad ambas partes, estética y uso, son inseparables, pues ambas son indispensables para definir el proyecto. Por ejemplo, si este fuera realizar una tipografía de estilo copperplate para imprimir en botellas, con un sistema de impresión en cama plana o en tampografía, el diseño forzosamente será distinto aunque el estilo sea el mismo porque los dos sistemas son diferentes y habrá que prever los emplastes, la fineza de los delgados por ejemplo. Y estos factores modifican la estética. También habrá que analizar al estilo por sus características y cualidades gráficas a razón del principio caligráfico de la plumilla flexible. Donde habrá que tener un conocimiento previo de la herramienta, lo que determinará la apariencia y personalidad de la fuente, donde sí podemos acentuar cambios que le impregnen la personalidad que el cliente busca.

RA: ¿Cuál diríais que es vuestro mayor reto en todo el proceso de diseño?

TT: Cada parte del proceso tiene su complejidad y reto. Pulir el dibujo suele ser una fase larga, pero que nos encanta. Por supuesto hay fases que nos parecen más tediosas que otras, por ejemplo, no nos fascina hacer kerning, ja, ja, ja, pero pues se hace.

Hay que entender que cada proyecto implica distintos retos. Hay fuentes que requieren mayor investigación, otras cuya producción es más compleja. Al final lo importante es cumplir con el objetivo y que esa tipografía quede bien, que se vea guapa y funcione bien, así como cumplir nuestras propias metas en cada proyecto.

Cuando se trata de una fuente custom, quizás el objetivo sea proporcionarle al cliente no sólo lo que busca, sino que quede enamorado de su proyecto por todas las decisiones que se fueron tomando en conjunto durante el desarrollo del mismo.

Tipografía multicapas Xihtli

RA: ¿Cómo veis el panorama tipográfico en vuestro México natal? ¿Cómo lo veis en general?

TT: En México, creciendo. En general la producción tipográfica ha aumentado en los últimos años. Cada día son más los diseñadores mexicanos que publican sus fuentes en diversas fundidoras, trabajan para empresas nacionales o en el extranjero con temas referentes al diseño de fuentes o desarrollan proyectos custom. Aunque aún no es comparable con los países europeos o inclusive el mercado argentino; también hacen falta más fundidoras tipográficas nacionales con producción constante.

La caligrafía y el lettering han tenido un boom y el interés por profesionalizarse en tipografía también es creciente, mismo que se ha visto reflejado en un aumento en la oferta educativa especializada.

En cuanto a las carencias, hace falta una educación más sólida en cuanto a uso tipográfico para nuestros estudiantes y diseñadores gráficos como primeros usuarios y consumidores de fuentes. Así como en las agencias de diseño es necesario que conozcan la herramienta tipográfica con suficiente entendimiento como para valorar y aprovechar las posibilidades que puede ofrecer para su trabajo e incluirlo en planes de branding, por ejemplo.

Finalmente, en cuanto a la producción es rica, creciente y con mucha calidad, muy propositiva individualmente. Como gremio requiere mejorar: nos hace falta un mayor desarrollo tecnológico y más especialización en las distintas fases del diseño tipográfico. Establecer cuotas y parámetros para crecer en conjunto, dignificar la profesionalización y estimular la competencia sana.

RA: ¿Algún consejo o idea que queráis compartir con los lectores que pudieran estar interesados en convertirse en diseñadores tipográficos?

a) Nunca diseñar sin tener referencias o haber investigado. El buen diseño no surge de la nada, siempre es alimentado de personas que han explorado otros caminos. Recordar que la premisa principal es pensar en la funcionalidad de la fuente, en un fin específico, investigar al respecto para tomar mejores decisiones.

b) Aprender historia de la tipografía, preguntarse por qué existen esos anchos, esas alturas, esas proporciones y esos usos. También aprender sobre el lenguaje y la construcción de la letra desde su origen, la caligrafía y el uso de distintas herramientas de escritura.

c) Que se empape de cultura visual para aprender a ser críticos del trabajo propio y ajeno, puesto que entre más se conozca más se es consciente del propio proceso y ayuda a retomar elementos de distintos lugares. Generar una biblioteca personal de fuentes, abrirlas, analizarlas y estudiarlas.

d) Que no todo es diseño, aprendamos y colaboremos de otras disciplinas que, a su vez, nos necesitan para poder comunicar.

RA: ¿Qué opinais de la tendencia actual del diseño tipográfico y de su «democratización»?

TT: Creemos que la apertura de software accesible para todo el mundo es una gran oportunidad para que más gente tenga acceso a introducirse en este o cualquier otro campo de su interés. El acceso libre a muchas herramientas es beneficioso para el usuario y potencia la generación de distintos productos, en ese sentido estamos a favor de ese tipo de prácticas. Sin embargo, creemos que es importante una retribución para el creador de dichas herramientas, no podemos dejar de pensar que el desarrollo de fuentes (así como de software o cualquier otra herramienta) implica un trabajo arduo y largo y por tanto merece una retribución económica o de algún otro tipo. Nosotras mismas hemos realizado proyectos sin una retribución económica inicial, proyectos que nos implican aprendizaje o una satisfacción personal, suponemos que se trata de encontrar un equilibrio al respecto.

RA: Nos gusta preguntar por libros o personas que os hayan influido en vuestra carrera como diseñadoras de tipografía. ¿Tenéis alguno en especial?

DM: En cuanto a tipografía, Cómo crear tipografías de Cristobal Henestrosa, Laura Messeguer y José Scaglione, una recopilación e introducción de temas importantes para poder generar una fuente, muy útil y digerible. The anatomy of type, de Stepen Coles, me permitió entender las diferencias entre los distintos estilos de fuentes y observar las particularidades de la letra, además tiene la catalogación tipográfica más natural y entendible que he encontrado. Plus, el nuevo libro de Pancho Gálvez, Hacer y componer, una introducción a la tipografía, es un libro bastante completo para comprender la tipografía y el diseño de letras de manera accesible y muy rica.

MM: Además W.A.Dwiggins, A Life in Design, Rudolf Koch Letterer type designer teacher, Dutch type., Lubalin. Creo que son grandes referentes en la historia de la tipografía así como la personalidad de sus proyectos, son muy enriquecedores por donde los mires.

Quizá también pudiéramos agregar que el desarrollo de Viernes de Tipas nos ha abierto el panorama, pues a través de estos post hemos revisado el trabajo de nuestras colegas alrededor del mundo y en verdad que todas ellas nos inspiran, nos hacen ver que hay muchísima calidad, propuesta e inquietud de todas ellas por hacer buenas tipografías y nos inspiran a hacer lo mejor que podemos en nuestros propios proyectos. Así mismo, hemos entendido por parte de algunos colegas, que nos han apoyado a mirar mejor los detalles, las construcciones y proporciones de ciertos cánones, para mejorar personal e individualmente.

SG: De Cyrus Higtsmith, Inside Paragraphs, un análisis muy sucinto sobre la contraforma, hecho de forma clara y condensada; Logotypes & Letterforms, de Doyal Young, un clásico del diseño de logotipos a partir de tipografías, donde pueden observar las mejoras y decisiones tomadas por el diseñador. Young es un gran referente como diseñador de logotipos, especialmente por su sensibilidad frente a la forma tipográfica. Ver de cerca su trabajo y entender las transformaciones que llevó a cabo en cada una de las fuentes y de las marcas que trabajaba permite hacer análisis muy interesantes, siempre útil y didáctico; Pensar con tipos, de Ellen Lupton, fue uno de los libros que impactó mi forma de ver las letras. Su forma de abordar la escritura y la estructura de la publicación desde una necesidad pedagógica, me gustó mucho. La portada original en inglés es muy bella;  Es mi tipo, de Simon Garfield, siempre me ha gustado recomendarlo a personas que inician sus estudios e inquietudes alrededor de la tipografía. Cuenta una serie de anécdotas e historias que permiten evidenciar la importancia de la tipografía en diferentes ámbitos, convirtiéndose así en una compilación muy exitosa, narrada de forma amena y de rápida lectura.