A ver si esta situación os resulta familiar: estáis diseñando una publicación o folleto y decidís alinear los textos a la izquierda. Vuestro cliente os responde que sí, qué muy bonita la maquetación, las imágenes, etc., peeeeero…, que si no os importa justificar el texto, que es lo correcto (o lo obligatorio y gramaticalmente correcto, true story, amigos). Justificamos los bloques de texto, observamos que el ritmo de las líneas es desigual, pero bueno, todo sea porque nuestro cliente esté contento. Mandamos la nueva versión con una flamante justificación.

Cuando pensábamos que la cosa estaba resuelta, parece que no. En un nuevo email, nuestro cliente nos dice que está mejor, pero que a ver si podemos quitar la partición de palabras, que eso de cortar los textos no lo ven (o, «en mi empresa nunca se han cortado las palabras», true story again, friends). Estupefactos, desactivamos la partición y… ¡el desastre! La «orografía» de nuestros bloques de texto, dinámica y correctísima con el tono del artículo, y basada en alineación izquierda (que le venía que ni pintada), se torna una suerte de ríos, afluentes y lagos de espacios en blanco. Nuestros ojos sangran de tanta «pupitarrr» visual.

Nos resulta inverosímil que el cliente parezca no percatarse de los huecazos entre palabras, pero ahora sí parece estar satisfecho. ¿Qué tiene la alineación justificada que tanta polémica genera entre clientes y diseñadores, entre diseñadores y tipógrafos, y entre diseñadores y diseñadores? En Rayitas azules nos hemos propuesto desentrañar los entresijos de la alineación en general, y de la justificación en particular, para que todos dispongamos de los conocimientos y las herramientas adecuadas.

Contamos con distintas alineaciones posibles y todas influyen en la legibilidad de nuestros textos de formas diversas. Vamos a ver en qué consiste cada una y cuándo debemos emplearlas. Por supuesto, y como viene siendo habitual, os aportamos numerosos ejemplos visuales para que todo quede «clarinético» total.

Empezaremos por analizar qué espacios influyen en la composición de un párrafo, estableceremos criterios objetivos para considerar una columna ancha o estrecha, y desarrollaremos qué especificaciones de P&J son las más adecuadas para cada tipología.

Los espacios de un párrafo

Antes de analizar las distintas alineaciones conviene resaltar qué aspectos influyen en la legibilidad y composición de un párrafo. Podríamos decir que existen varios tipos de espacios que intervienen:

Interlineado

De todos los espacios que conforman un párrafo, probablemente, el interlineado sea el más independiente y el que menos influye en una correcta justificación. Obviamente, sí influye en la legibilidad del texto de nuestra página, y deberemos buscar un interlineado acorde con la tipografía elegida y con el cuerpo de letra escogido.

Espacio entre palabras

Sin duda, el espaciado entre palabras es el más perjudicado visualmente cuando justificamos (no debería alterarse con el resto de alineaciones). Un espacio excesivo da lugar a huecos visualmente incómodos, que al repetirse en distintas líneas dan lugar a lo que se conoce como «ríos» o «calles». El lector tiende a agrupar visualmente estos espacios excesivos, de forma que percibe formas que fluyen en el bloque de texto.

El espaciado excesivo entre palabras, provocado por justificar columnas muy estrechas, resulta evidente, anti-estético y genera los llamados «ríos» y «calles» en nuestro bloque de texto.

Interletrado (tracking)

El resultado de alterar el espacio entre caracteres o tracking en nuestro párrafo debería ser menos evidente que alterar el espacio entre palabras, siempre que nos movamos en valores moderados (–3 o –5 y +3 ó +5, como mínimo y máximo, respectivamente). No obstante, la configuración por defecto de InDesign no contempla modificarlo. Es por esto por lo que ligeras variaciones de este espaciado en las especificaciones de P&J mejorarán notablemente nuestra composición.

Criterio principal: respetar los espacios prediseñados

Los espacios de una tipografía dada fueron preajustados por el diseñador de dicha tipografía y, lógicamente, deberíamos respetarlos lo máximo posible. Dicho respeto debería constituir, desde nuestra perspectiva, el criterio con mayor peso de cara a optar por una alineación u otra.

Anchura de columna: número ideal de caracteres por línea

Sin duda, el aspecto que más influye en una alineación (sea cual sea), es la anchura de la columna. Cuanto más ancha sea esta (sin sobrepasar un límite lógico), más fácil le resultará a InDesign gestionar la alineación.

Por el contrario, cuanto más estrecho sea el bloque de texto, más complejo será alcanzar soluciones óptimas.

Entonces, ¿cuál debería ser la anchura de columna adecuada? Para hacerlo más fácil, consideraremos dos casos:

Columnas anchas

Consideramos que una columna es ancha cuando cuenta entre 65-80 caracteres (12-15 palabras). ¡Ojo! No hay que pasarse. Si fuera mucho más ancha no sólo sería contraproducente para una lectura continuada (una novela, por ejemplo), sino que quedaría peor desde un punto de vista estético.

Columna ancha, de 80 caracteres y 13 palabras.

Columnas estrechas

Consideramos que una columna es estrecha cuando cuenta entre 45-60 caracteres (7-9 palabras). Resultan más habituales en revistas, productos extraeditoriales, etc. Sólo deberíamos emplearlas cuando estén destinadas a una lectura no prolongada: artículos de pocas páginas, leyendas, etc.

Columna estrecha, de 45 caracteres y 8 palabras.

Si nuestro párrafo cuenta con menos de 30-40 caracteres, deberíamos limitar su uso a pies de foto o fragmentos de texto muy pequeños. Asimismo, sería recomendable emplear una tipografía condensada o con cierto ADN condensado para que quepan más caracteres en cada línea y, estéticamente, sea más adecuada.

La forma más operativa de comprobar la longitud de una línea es seleccionarla y comprobar el número de caracteres en la paleta «Información». Para sacarla, nos vamos a Menú ventana > «Información».

Sacamos la paleta «información», a través del menú «ventana».

Basta con seleccionar el fragmento de texto deseado (en este caso una línea), para que InDesign nos diga de cuántos caracteres está compuesto.

Bastará con seleccionar la línea, párrafo o fragmento de texto que queramos. El número de caracteres y palabras se actualizará en nuestra paleta.

Alineación izquierda

La alineación izquierda (también alineación en bandera izquierda), se considera la alineación más «natural» tipográficamente hablando, ya que no distorsiona ninguno de los espacios vistos en el anterior apartado. Las líneas buscan aproximarse lo máximo posible a los límites de la sangría derecha de nuestro bloque de texto, pero sin alterar ningún valor para alcanzar dicho fin.

La alineación izquierda con partición de palabras, reduce la diferencia de longitud de las líneas que conforman el párrafo.

La alineación izquierda sin partición de palabras, aumenta levemente la diferencia de longitud de las líneas que conforman el párrafo, si lo comparamos con activarla. No obstante, resulta más adecuado en comparación con la justificación.

Si activamos la partición de palabras, la alineación resultará más armoniosa y la longitud de las líneas será más constante. Por el contrario, si no activamos la partición, la longitud de las líneas serán más desiguales. Esto no debería ser un problema si las líneas cuentan entre 65-80 caracteres, aunque podría ser más evidente en bloques de texto con una anchura inferior a 50-55 caracteresEn lo que a estética se refiere, aporta a la página una impronta más dinámica que la justificación, que podríamos calificar de más seria y vinculada a publicaciones como libros de texto corrido y prensa.

Justificación

Cuando justificamos, obligamos a todas las líneas del párrafo (salvo la última, a no ser que escojamos una partición de justificada forzada) a extenderse hasta el final de la sangría derecha. Esto da lugar a párrafos más sólidos, compactos y en bloque, pero obliga a InDesign a modificar de forma artificial el espacio entre palabras, tracking, etc., para llegar a este fin.

Es por esto por lo que el buen diseñador editorial debe conceder margen de maniobra suficiente a InDesign para gestionar la justificación correctamente. Para ello, emplearemos anchos de columna adecuados (tal y como hemos definido más arriba), y siempre activaremos la partición de palabras.

Cabe destacar que InDesign cuenta con un tipo de justificación, exclusiva de Adobe, que tiene en cuenta todo el párrafo en lugar de cada línea por separado (como es habitual en otros programas). En la lista desplegable de la paleta «Párrafo», podemos modificar el modo de composición (aunque en principio no sería aconsejable).

Aparte de otras configuraciones de una justificación, siempre será recomendable emplear el tipo de justificación exclusiva de Adobe, que tiene en cuenta todo el párrafo, en lugar de cada línea por separado.

La justificación debería ser obligatoria en libros de texto corrido como novelas, donde la opacidad del papel empleado provocará transparencias no deseadas con una alineación izquierda, por ejemplo.

Especificaciones de P&J

Cuando escogemos la justificación como alineación para nuestro texto, la misma se basará en las opciones por defecto de InDesign. Esta configuración es estándar, y puede resultar adecuada para diversas circunstancias, pero no va a dar una respuesta adecuada a casuísticas más complejas (columnas estrechas, principalmente).

Es por esto por lo que podemos personalizar estas opciones de forma que resulten más adecuadas para los distintos anchos de columnas. Así podemos realizar varios estilos de párrafo que contemplen diferentes especificaciones de P&J para un mismo texto general: uno para columnas anchas, otro más adecuado para columnas estrechas, etc.

Para configurar especificaciones de justificación personalizadas nos iremos a la lista desplegable de la paleta «Párrafo» y escogeremos «Justificación».

En el apartado «justificación» podremos personalizar los parámetros en los que se basará InDesign, y adaptarlos al ancho de columna adecuado.

Podemos modificar los siguientes parámetros:

  • Espacio entre palabras
  • Espacio entre letras (tracking)
  • Escala de pictograma

Parámetros estándar de InDesign, si no modificamos nada.

En los apartados «mínimo» y «máximo», se presentan los valores de los que se valdrá InDesign si no se pueden alcanzar los óptimos que, por defecto, no contemplan ningún cambio. Bajo ningún concepto deberíamos modificar el apartado de «Escala de pictograma», pues esto implicaría deformar la tipografía. ¡Pecado editorial de primer orden!

En Rayitas azules recomendamos los siguientes parámetros para la casuística más habitual:

Columnas anchas

Modificamos la configuración estándar de InDesign. Bajamos el límite máximo del espacio entre palabras y añadimos un mínimo de tracking, tanto en los límites negativos y positivos. De esta manera, echamos un cable a InDesign para justificar correctamente, pero sin realizar cambios drásticos en la apariencia de los bloques de texto.

  • Espacio entre palabras 80 || 0 || 120
  • Espacio entre letras -3 || 0 || 3
  • Escala de pictograma 0 || 0 || 0

Configuración ideal para una columna ancha.

Columnas estrechas

Bajamos algo más el límite máximo del espacio entre palabras y añadimos algo más de tracking, tanto en los límites negativos y positivos. El aspecto del párrafo se verá afectado, puesto que de entrada deberíamos evitar el justificado en columnas estrechas, pero mejorará notablemente con respecto a la configuración estándar de InDesign.

  • Espacio entre palabras 90 || 0 || 110
  • Espacio entre letras -5 || 0 || 5
  • Escala de pictograma 0 || 0 || 0

Si justificamos columnas estrechas, deberemos generar una especificación de P&J adecuada.

Por último, es conveniente resaltar que no conviene emplear justificaciones forzadas que redundan en párrafos erróneos y estéticamente fallidos en nuestra composición (InDesign la llama «Justificación de todas las líneas».

«Justificar con la última línea centrada», se suele emplear por motivos estéticos muy concretos.

Puntuación flotante: «alineación óptica de margen»

Esta opción, disponible en la paleta «Artículo» (ubicada en Ventana > Texto > Artículo), provoca que los guiones se alineen fuera del marco de texto de InDesign. Esta configuración no afecta sólo a los guiones sino también a puntos, comas, etc. (Lo que se denomina tradicionalmente como «Puntuación flotante»). Aunque existe disparidad de opiniones en cuanto a la conveniencia o no de esta práctica, recomendamos probarla y guiarnos por el sentido común.

La paleta «Artículo» nos permite acceder a la alineación óptica de párrafo.

En esta captura podemos observar cómo la puntuación se queda flotante más allá del límite de la sangría derecha. De esta manera, el flujo del bloque es más sólido y armónico.

Resaltar líneas con alineación deficiente en InDesign 

InDesign cuenta con una opción muy valiosa para evidenciar visualmente aquellas líneas donde los espacios (recordemos, tanto entre palabras como entre caracteres) se alejan más de los valores óptimos.

Para activar esta opción, nos vamos a Preferencias > Composición, y marcamos las opciones «Excepciones de sep. y just.»,«Excepciones de separación», y «Tracking/Kerning personalizado».

Los problemas de composición de las líneas de texto se resaltarán en amarillo, de forma que podamos ver, a vista de pájaro, qué párrafos han quedado peor compuestos. Cuanto más oscuro sea el tono de amarillo, más grave la aberración.

A continuación, os proporcionamos algunos ejemplos de alineación, con distintos tonos de amarillo. Hemos dejado las opciones estándar de InDesign, y podemos observar cómo el amarillo se diluye según aumentamos la anchura de la columna.

Otras alineaciones: alineación derecha y centrada

Tanto la alineación derecha (también alineación en bandera derecha) como la centrada comparten el no disponer de un punto de referencia constante a la izquierda (como es el caso en la alineación izquierda o justificada). Es por esto por lo que no están indicadas para una lectura continuada, ya que los lectores occidentales estamos acostumbrados a leer de izquierda a derecha. Además, son las menos polémicas, puesto que sus usos están mucho más delimitados.

Mientras que la alineación centrada se suele usar en títulos, destacados, entradillas, etc., la alineación derecha se emplea más bien cuando se trata de alinear cifras, o bien, para pies de foto, y hacer implícita la relación entre el pie y la imagen a la que acompaña.

En ambas alineaciones, la legibilidad no es óptima y hay que evitarla, salvo que la cantidad de texto sea reducida, en cuyo caso el tiempo de exposición a una lectura farragosa es ínfimo y esta no resulta cansada para el lector.

Siempre que activemos la partición de palabras en una alineación derecha (y en cualquiera, en realidad), las diferencias de longitud entre líneas se reducirán. Podemos verlo en este ejemplo, comparándolo con la siguiente imagen.

Siempre que activemos la partición de palabras en una alineación centrada (y en cualquiera, en realidad), las diferencias de longitud entre líneas se reducirán. Podemos verlo en este ejemplo, comparándolo con la siguiente imagen.

En resumen…

Seguro que en este punto del artículo ya tenéis más claro qué alineación escoger. No obstante, a modo de resumen, os especificamos cuándo podemos (o debemos) emplear cada una.

Cuándo debemos/podemos emplear justificación
  • Libros de texto corrido (novelas, por ejemplo)
  • Columnas anchas con partición de palabras
  • Columnas estrechas con partición de palabras y especificación de P&J adaptada (según lo visto)
  • Estética más seria y formal
Cuándo NO debemos/podemos emplear justificación
  • Cualquier ancho de columna sin partición de palabras
  • Columnas muy estrechas
Cuándo debemos/podemos emplear alineación izquierda
  • Look & feel más dinámico en la página (cualquier ancho)
  • Columnas estrechas
  • Columnas muy estrechas
Cuándo NO debemos/podemos emplear alineación izquierda
  • Libros de texto corrido (novelas, por ejemplo)
  • Estética más seria y formal

Y hasta aquí este «requetecompletísimo» artículo, que seguro que os servirá para clarificar los vericuetos de la justificación y evitar ponerle una vela negra a algún que otro cliente «pesao». No obstante, y ante la duda, recomendamos «alinearse» con el sentido común y, sobre todo, «no pelearseeeee». ¡Menos confrontación tipográfica y más leer e informarse!

Si quieres aprender más sobre otros aspectos del diseño de un libro, no podemos dejar de recomendar el curso «Cómo se hace un libro», de Enric Jardí (en la plataforma Domestika), del cual te dejamos el trailer aquí abajo. Además, te hablamos de él en este post, así que te quedas sin excusas para no dejar de aprender. ¡Dale caña!