Como ya os adelantamos en este primer post sobre arte final en InDesign, los procesos que debemos tener en cuenta, así como las herramientas del software que intervienen en la generación de un arte final correcto, son muy numerosas y variadas. En esta ocasión, os hablaremos sobre la creación correcta de muestras CMYK, tintas planas personalizadas y sus distintos usos, saber cómo evitar errores de registro, así como un aspecto capital: el negro enriquecido. ¡Al lío!
Muestras CMYK Vs tintas planas
No sólo de Pantones vive el diseñador gráfico, eso es así, y lo es más si cabe en un flujo de trabajo editorial. ¿Por qué? En los procesos de diseño de marcas, la consistencia de color es uno de los pilares de una correcta aplicación de la identidad corporativa de una empresa y, por ello, se debe mimar al máximo.
Diseño de marcas Vs Diseño editorial
Es por esto por lo que las aplicaciones offline de una marca, especialmente las más representativas de la misma como tarjetas, carpetas, sobres, etc., se imprimen con la tinta (o tintas) Pantone, definidas en su manual de identidad corporativa. De esta forma, nos aseguramos de que el cromatismo asociado a la marca se reproducirá de forma coherente y homogénea, dado que la correspondencia entre CMYK y Pantone, rara vez es consistente. No es de extrañar si tenemos en cuenta que las características físicas (viscosidad, cobertura, secado, etc.) de ambos tipos de tinturas son muy diferentes.No obstante, en los proyectos editoriales entran en juego imágenes, gráficas, etc. que finalmente se reproducirán a través de cuatricromía. La mayor parte del tiempo estaremos trabajando con muestras CMYK, y el empleo de referencias Pantone se limitará a casos puntuales.
¡Ojo! Nos referimos a tintas planas Pantone, y no a tintas planas personalizadas que generemos nosotros (en lugar de elegirlas en una biblioteca), y que emplearemos, como veremos más abajo, para indicar, entre otros aspectos, acabados especiales.
Muestras CMYK correctas
A la hora de crear muestras personalizadas (swatches en inglés) CMYK, emplearemos la paleta muestras de InDesign. Para ello, nos iremos a la paleta muestras (si no la está en nuestro espacio de trabajo la podemos añadir a través del menú Ventana > Color > Muestras), y haremos clic sobre el icono de «Muestra nueva». Se nos creará una muestra basada en el color de relleno que tengamos activo. Si hacemos doble clic sobre la muestra se nos abrirá el cuadro de diálogo «Opciones de muestra».Un truco muy útil consiste en hacer clic sobre el icono con la tecla ALT pulsada. De esta manera, se abrirá directamente el cuadro de diálogo, y el proceso será más directo.
Una vez en el cuadro de diálogo, moveremos los deslizadores hasta obtener el color deseado. Es importante que comprobemos que en el apartado «Tipo de color» seleccionamos «Cuatricromía», y en modo de color, «CMYK».Asimismo, tal y como podemos ver en la imagen, podremos denominar al color con un nombre significativo, en lugar del que se genera de forma automática a partir de sus porcentajes de cuatricromía.
«En los proyectos editoriales entran en juego imágenes, gráficas, etc. que finalmente se reproducirán a través de cuatricromía.»El registro
El término registro es un habitual cuando hablamos de impresión, y sobre todo, cuando hablamos de errores. En el proceso de impresión offset (cuatricromía), obtenemos el color «real» a través de la superposición de 4 tintas (cian, magenta, amarillo y negro). Esto es posible debido a que dichas tintas son traslúcidas, y se mezclan las unas con las otras.Sin profundizar demasiado en el proceso en sí, las máquinas suelen contar con un módulo (que se suele llamar «cuerpo») para cada color. Previamente a la impresión en sí, la imprenta genera lo que se denomina un juego de planchas, es decir, una plancha (plate en inglés) para cada color de cuatricromía. Dichas planchas se obtienen a través de una máquina de filmación directa a plancha, llamada CTP (computer to plate).Cada una de estas planchas se encajan en el módulo correspondiente de la máquina offset.
El mismo pliego de papel pasará por cada uno de los cuerpos. Lógicamente, el montaje de las planchas debe ser perfecto y consistente en todos los cuerpos, para que cada una de las tintas se aplique exactamente «encima» de la otra. Es precisamente a esto a lo que se llama registro.
En otras palabras, el registro es la superposición perfecta entre planchas de cuatricromía. Cuando alguna de estas se desplaza respecto al resto, se dice que se ha producido un error de registro.
Para comprobar que el registro es correcto, entre las marcas de impresión que se imprimen en cada pliego de imprenta, se incorporan unas marcas en forma de cruceta, que se denominan marcas de registro. Dichas marcas se generan a través de las 4 tintas, y, de esta forma, si la cruz no es perfecta, porque se haya desplazado alguna de las planchas, se detectará eficazmente a través de un cuentahilos (o similar), y se podrá subsanar el error.
A pesar de que, lógicamente, que se produzcan estos errores está fuera de nuestro alcance como diseñadores, sí que estamos obligados a evitar propiciarlos, si queremos ser profesionales, claro. Crear muestras de color con porcentajes lógicos, y emplear negro y negro enriquecido de forma adecuada, ayudarán a esquivar estos errores.
Errores comunes a evitar en la generación de muestras en CMYK
- No emplearemos las bibliotecas Pantone para elegir una muestra CMYK. Existen muestrarios impresos similares a las conocidas «pantoneras», destinados a cuatricromía. No obstante, en términos prácticos no se emplean por lo aparatoso y poco eficaz de las mismas. Nada sustituirá a un monitor profesional bien calibrado.
- No crearemos muestras basadas en RGB destinadas a reproducirse en CMYK, ya que muchos de los colores reproducibles en pantalla, no lo son cuando los traducimos a cuatricromía.
- Nunca usaremos el color negro «Registro» que aparece en la paleta muestras.
- Evitaremos muestras con pequeños porcentajes de color de las planchas de CMYK. Por ejemplo una muestra de color tipo C2M50Y80K3 tiene poco sentido, y deberíamos cambiarla por C0M50Y80K0. De esta manera, evitaremos posibles errores de registro entre planchas al eliminar de nuestro color porcentajes apenas significativos en la generación del color.
Tintas planas o directas
Las muestras generadas como tintas planas (en inglés spot colors), son colores que generan una plancha aparte en nuestro documento, a diferencia de las muestras de color basadas en cuatricromía, que se reproducirán a través de los 4 colores de CMYK.
Existen 2 formas básicas de crear una tinta plana en InDesign.
- Automática: cuando escogemos un Pantone concreto, lógicamente es una tinta plana, y por lo tanto conlleva una plancha más adicional.
- Manual: creamos una tinta plana personalizada a través de la paleta muestras de color, a la que podremos denominar como deseemos. Igualmente, implicará una plancha más en nuestro documento.
El motivo para crear una tinta plana personalizada en InDesign suele deberse a indicar a la imprenta donde va ubicado un acabado especial, como por ejemplo, un golpe en seco, un barniz UV, o incluso la forma de un troquel. El realizarlo a través de una tinta plana, facilitará a nuestra imprenta aislar el efecto en cuestión.
Indicar acabados especiales a través de tintas planas personalizadas
Como una imagen vale más que mil palabras, pongamos por ejemplo que queremos resaltar un elemento impreso con un barniz UV (por ejemplo un título). Para ello creamos una tinta plana, a la que llamaremos «Barniz UV». Es importante que comprobemos que en el apartado «Tipo de color» seleccionamos «Tinta plana», tal y como podemos ver en la imagen. Podemos componer el color que queramos, aunque nosotros optamos por un color neutro, en este caso un gris.A continuación crearemos una capa aparte (que por coherencia deberíamos denominar «Barniz UV» también), donde duplicaremos el título que irá resaltado en dicho barniz. Para ello basta con copiar el título, ubicarnos en la capa recién creada, e irnos a Edición > Pegar en el mismo lugar.Seleccionamos el título duplicado en la capa Barniz UV, y le aplicamos el color.Cuando realicemos el arte final, exportaremos nuestro diseño a través de 2 archivos en formato pdf por separado. Uno con el diseño tal cual, y el otro únicamente con la tinta plana. Al tenerlo en una capa aparte, será tan fácil como desactivar la visualización del resto del diseño (haciendo clic sobre el icono del ojo), tal y como podemos ver en las imágenes.Para cualquier otro efecto similar emplearemos el mismo sistema, es decir, crearemos una capa adicional que nos permita exportar el pdf con el resto del diseño desactivado, y le aplicaremos la tinta plana personalizada a tal efecto.
«Existen muestrarios impresos similares a las conocidas «pantoneras», destinados a cuatricromía. No obstante, en términos prácticos no se emplean por lo aparatoso y poco eficaz de las mismas. Nada sustituirá a un monitor profesional bien calibrado.»Negro enriquecido
Otro error común en la generación de artes finales, radica en el uso incorrecto del color negro. Pero no te preocupes, que te lo vamos a dejar clarinético, a pesar de lo oscuro del asunto (guiño guiño). Quédate con estas 2 reglas básicas:
Regla 1: Negro sobre papel > Negro estándar
Siempre que el texto (especialmente) o cualquier objeto que queramos que sea negro, vaya sobre blanco, o mejor dicho, sobre el papel sin ninguna mancha de color o imagen debajo, emplearemos el negro estándar del programa, para entendernos, el que va entre corchetes.
¿Fácil no? ¿Y por qué? Pues muy sencillo. Cuando hay un error de registro (que ya hemos explicado más arriba), este es más evidente en el texto, puesto que la tipografía está constituida por trazos muy finos. Lógicamente, si se imprime en una sola plancha, la de negro, es imposible que se vea afectado por dicho problema, y siempre se leerá nítido, incluso si existe un error de registro en el resto de la impresión que afecte a otros objetos.
Regla 2: Negro sobre otro color, imagen, etc. > Negro enriquecido
Cuando el texto, o cualquier otro tipo de marco o gráfico vaya en negro, y tenga debajo cualquier otro objeto con color, imagen, etc. emplearemos un negro enriquecido, que habremos creado previamente para ello.
Un valor de negro enriquecido válido podría ser C30M0Y0K100 o C0M30Y0K100. Por supuesto, existen otros porcentajes viables, pero no podemos olvidar que buscamos que el negro se distribuya en la menor cantidad de planchas posible (de nuevo el famoso registro).
¿Y si queremos un negro más intenso?
Si la mancha de negro es la columna vertebral de nuestro diseño (la cubierta de un libro eminentemente negra, por ejemplo), y queremos un tono más intenso que el que nos proporciona el negro del programa, emplearemos igualmente el negro enriquecido, en este caso, por motivos más estéticos que técnicos.Además de emplear los tonos de negro de forma apropiada, tal y como hemos explicado, tendremos que visualizarlos de forma correcta e inmediata en nuestro flujo de trabajo. Para ello, es capital configurar las preferencias de InDesign (tal y como vimos en el post anterior) para que InDesign los muestre con exactitud.
Y hasta aquí el segundo artículo de los varios que destinaremos a el arte final, que nos queda mili de sobra. En siguientes artículos trataremos aspectos como el punto negro y blanco de las imágenes, herramientas de InDesign que os dejarán corazoncitos por ojos y la generación de pdfs. No os decimos na y os lo decimos to.
Por cierto, si alguna de las cosillas que hemos hecho por aquí te han dejado con cara de que te deban 2000 euros, te recomendamos el curso de Domestika «Introducción a Adobe InDesign», que siempre es mejor iniciarse que lamentarse.