“Picuetos”, patidifusos y agitando nuestras naricillas a lo Embrujada nos ha dejado el segundo número de Sabat, una revista sobre brujas. ¿Brujas? ¿Por fin alguien se ha decidido a dedicar una cabecera al aterrador mundo de las suegras? No, no, brujas de las de verdad. Derrochan sensualidad (a juzgar por las imágenes), viven entre nosotros y algunas de ellas se han juntado en plan aquelarre para convocar una revista que, a buen seguro, comentarían en la “pelu” la bruja de Blair y Maléfica: “si es que Salem ya no es lo que era”.

¿Entonces, existe una revista sobre brujas hoy en día?

Nosotros pasamos de hacernos exactamente esa pregunta a sorprendernos muy gratamente. No es por presumir, pero hemos visto muchas revistas (de muchas) y, que una en particular llegue a atraparte y enamorarte, es decir mucho. Máxime teniendo en cuenta que la temática, de entrada, no resulta convencional en absoluto (aunque algo tengamos en Rayitas azules de brujos y brujas).

¿La razón? Sabat escapa con solvencia de los convencionalismos que cabría esperar de un producto de estas características. Carece de impronta pulp, no se acerca a la estética del cómic, ni tira de recursos de carteles de pelis de terror ochenteras. En pocas palabras, se aleja de tópicos en los que hubiera resultado muy fácil caer.

¿Un ejemplo? Los artículos de estilismo fashion están cuidadísimos y su ambientación es impecable, lo cual no es de extrañar teniendo en cuenta que su editora, Elisabeth Krohn, viene del mundo de la moda. De hecho, el proyecto encuentra sus raíces en Instagram (¿habrá una red social en la que la estética tenga más protagonismo?), donde podemos encontrar ejemplos como #witchesofinstagram (que os recomendamos “bichear” un poco).

La ambientación y localización de los reportajes fotográficos forman equipo con el blanco y negro y la textura del papel (Munken Print) para generar una atmósfera inquietante (ulular de fondo).

Bruja y mujer, y a mucha honra

Por otro lado, la brujería se trata desde el prisma de ser mujer y de explorar caminos poco transitados en la feminidad, como pueda ser aceptar su lado más oscuro. Dicho así podría sonar a que estamos ante un recetario de pociones y conjuros (en plan revista gastronómica, pero con croquetas de vudú como entrantes), pero para nada. Sabat es una suerte de experimento antropológico y recopila cómo se manifiesta la brujería en distintos ámbitos geográficos y culturales.

¡OMG! ¿Pero las brujas no tenían la nariz aguileña y repleta de verrugas?

Y es que no es lo mismo una meiga en mitad de un bosque gallego a lo Blair Witch Project, que una noruega nórdica “jeviata” modelo armario empotrao. Bromas aparte, Sabat desprende cuidado y detalles ocultos por doquier. Para empezar, un precioso encarte que anticipa el juego lleno de magia y encanto que está por venir, disfrazado de revista.

Al retirar el retractilado de Sabat, ¡primera sorpresa! Un encarte desplegable con una maravillosa ilustración.

Este segundo número, dedicado a la figura de la madre (The Mother issue), constituye la segunda etapa de un trío basado en la tradición pagana de la “triple diosa”. La primera fue la Doncella (The Maiden issue) y finalizará con la Arpía (The Crone issue), previsiblemente en marzo del próximo año. Esta forma de organizar los distintos ejemplares, muy del gusto indie, potencia aún más la simbología omnipresente en Sabat.

Sabat trata la brujería desde la perspectiva de la magia blanca (nada de invocar a Belcebú ni a su primo) y las diversas manifestaciones culturales y estéticas que ésta genera a lo largo y ancho del mundo.

Tocada por la varita de la magia editorial

Sabat no sólo emplea unos acabados de impresión excelentes (y sorprendentes), sino que los ejecuta con la sabiduría de la bruja de Blancanieves, y el savoir faire de la carismática Úrsula. Todo en aras de incentivar lo oculto y esconder mil detalles a lo largo de todo el ejemplar. De esta forma, sus responsables llevan el ocultismo al terreno de lo explícito en lo que a imaginería gráfica se refiere.

Y como una imagen vale más que mil invocaciones, os presentamos algunos detalles al más puro estilo editorial: fotos (fruto de una aterradora sesión en Estudio Mierteran) y sus correspondientes pies.

La cabecera está impresa en barniz UV y no es visible desde cualquier posición. Además, se repite 5 veces. Si unes las letras que son iguales (“S” con “S”, “A” con “A”, etc.), dinos qué ves 😉

En la contraportada encontramos un símbolo oculto que se vislumbra al cambiar la orientación. ¡Ojo! El toque naranja no es cosa de brujería, sino de la buena mano del fotógrafo.

Revista Sabat, las brujas invaden Halloween

Páginas transparentes que interactúan con las fotos y que invitan a jugar con el ejemplar.

Revista Sabat, las brujas invaden Halloween

Más transparencias. El efecto en directo es la caña. No puedes parar de pasar la página de atrás hacia adelante en bucle.

No sólo tiene impresión en los bordes de las tripas (un recurso que siempre impacta, y que nos gusta mucho) si no que se aprecian gráficas distintas si pasas las páginas en un sentido (evolución de las fases lunares) o en el contrario (fetos en diversas etapas de desarrollo). ¡Regomello!

El título del ejemplar (ya sabes, issue in English) pilla parte de la portada y el lomo.

En Sabat siempre hay espacio para un sobresalto gráfico más. Toda la revista está impresa en blanco y negro, cuando de repente…

Sabat demuestra, por encima de cualquier consideración, que cualquier temática, por poco común que pueda resultar a priori, puede plantearse de forma atractiva y dar lugar a todo un señor “revistón”.

Maquetación y composición

En lo que a composición con imágenes se refiere, Sabat alterna imágenes a sangre y enmarcadas. Además del recurso de las páginas transparentes al que hemos hecho alusión arriba (gif mediante), son muy frecuentes los juegos compositivos con distintas dimensiones, planos y, como no, metáforas visuales.

Esta metáfora visual nos parece de lo más Meliés.

Juego con la profundidad de campo (y en el campo).

Aunque impera la imagen, también hay espacio para ilustraciones sugerentes

Por su parte, la maqueta en sí contribuye a generar interés y utiliza una aparente maqueta de 3 columnas, que se multiplica acorde con las necesidades del artículo. Los márgenes exteriores son muy escasos y esto, unido al empleo de columnas pegadas al borde externo y al espacio en blanco en los márgenes interiores, aporta un rollete muy dinámico que contrasta con la sobriedad del blanco y negro. Sutilidad reticular muy de nuestro gusto.

Márgenes exteriores casi inexistentes que aportan un efecto inquietante a la par que dinámico.

Además, en lo que a recursos editoriales respecta, se ve que nos han dado algún brebaje porque nos hemos enamorado mucho del neoclasicismo de los destacados. Sobre ellos recae una doble lectura en muchos de los artículos (vamos, que puedes seguir el reportaje a través de los destacados y obviando el resto del texto, si vas con prisas). También muy acertada la fórmula de preguntas sangradas en las respuestas en las entrevistas. Aportan una aura de puro diseño de libros. ¡In love total!

Sabat explota al máximo los recursos propios del diseño editorial para potenciar la originalidad de su planteamiento y un look and feel personal y único.

Y no nos olvidamos de la tipografía, of course. Sabat, al igual que la anterior protagonista de esta sección, American Chordataes parca en el uso de tipos y prácticamente emplea sólo dos: la Larish Alte (de Radim Pesko) y la Albertus (de Berhold Wolpe). Esto contribuye a generar personalidad y aporta una aproximación más clásica y sobria, acorde a su vez con la temática y la impronta general de la revista.

Por cierto, un detalle que nos ha encantado es que los nombres de las tipografías, así como sus creadores, vengan enumerados en los créditos. Y no sólo eso, también el papel empleado. Otra muestra más del buen gusto de Cleber Rafael de Campos, su director de arte. ¡Enhorabuena! Si no le damos bola a las tipos los diseñadores, entonces ¿quién?

Y es que, como ha quedado patente a lo largo de todo este post, Sabat eleva el cuidado de todos los detalles a la enésima potencia. Tanto es así, que incluso el teaser que desarrollaron para el lanzamiento de este número, se aleja de los típicos estándares. Entre la musiquilla siniestra de fondo, y la cámara en mano a lo Lars Von Trier, se agradece que alguna de las chicas se ría de vez en cuando, que si no vaya canguelete.

Esperamos que tengas un ¿feliz? Halloween. Nosotros os dejamos mientras rematamos nuestro disfraz, lleno de Rayitas azules, of course, y nos ponemos hasta arriba de queimada; que después de convivir tanto tiempo con las brujas de Sabat, habrá que protegerse ante un eventual maleficio.

Puedes comprarla (no te arrepentirás) aquí.

Ficha técnica

Cabecera: Sabat

Claim: No tiene, aunque proponemos uno en plan Esquire: Witch at her best

Se edita en: Londres

Género: Brujas y feminismo

Periodicidad: Bianual (marzo y septiembre), o cuando los augurios sean propicios.

Editora: Elisabeth Krohn

Director de arte: Cleber Rafael de Campos

Idioma: Inglés

Encuadernación: Rústica (offset)

Impresión y acabados: papel transparente, impresión de bordes, barniz UV

Medidas: 285 mm x 205 mm

Páginas: 190

Web: sabatmagazine.com


Fotos: Estudio Mierteran