Este mes traemos una entrevista muy especial. Y ya no hablo únicamente en representación a Rayitas, sino desde mi propia voz. Ha sido muy inspirador haber podido entablar diálogo con una diseñadora con formación similar a la mía e inquietudes muy parecidas. Os hablo de María Peinado, licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Málaga. Realizó estudios de posgrado en Fotografía y Estética del Arte Contemporáneo en la Universidad Autónoma de Barcelona. Con el tiempo, se especializó en diseño gráfico al descubrir en el diseño editorial una disciplina que reúne todo lo que le apasiona, ofreciendo coherencia y continuidad a su recorrido previo en torno a la imagen
Rayitas Azules: María, en primer lugar, darte las gracias por concedernos este ratito para charlar y descubrir más acerca de ti y tu trabajo. Cuéntanos acerca de tu formación previa al diseño editorial. ¿Cómo fue tu paso por la Historia del Arte y por fotografía?
María Peinado: Somos muchos los diseñadores que hemos llegado al gremio desde diferentes disciplinas. Considero que es una realidad que enriquece.
Me considero una diseñadora con una formación heterodoxa, marcada por mis estudios universitarios de Historia del Arte y, sin duda, también por los años dedicados a la fotografía. De aquella época, recuerdo la búsqueda constante, la investigación, las ganas de saber, la necesidad de aprender a mirar. Creo que eso fue lo más importante: los años en los que aprendí a mirar, a pensar. Me pasaba horas en la biblioteca, entre libros, y en el laboratorio de fotografía sin contacto con el ordenador. Un carrete de 35 mm sólo te permitía hacer 24 o 36 fotos y el margen de error es absolutamente incomparable con las posibilidades que ofrece el mundo digital. La fotografía analógica me enseñó la capacidad de análisis, la interpretación crítica y otro ritmo en la observación. Guardo este aprendizaje como algo sagrado y lo considero clave en mi lenguaje como diseñadora.
Apuntes de trabajo para un proyecto de fotografía de María Peinado.
RA: ¿Cómo descubriste que querías dedicarte al diseño editorial? ¿Cómo fue esa transición hacia la especialización?
MP: Fue el libro lo que me llevó al diseño. Siempre he sentido una fascinación por el libro como objeto, esos que no son meros soportes de palabras sino, en algún sentido, piezas de arte. Quería saber cómo se hacían los libros que veía en las tiendas de los museos o en las salas de exposiciones, pero en ese momento, honestamente, no pensaba todavía en clave de diseño.
Mientras trabajaba en producción de festivales de cine en Madrid, tuve la suerte de coincidir y ver de cerca el trabajo de diseño editorial de Rafa Jaramillo, diseñador que había pasado por el estudio de Óscar Mariné. Ser consciente tanto de su trabajo como de sus maneras de hacer fue clave para tomar la decisión de estudiar diseño, así que aprovechando la crisis del 2008, volví a Málaga y decidí comenzar mis estudios.
La transición al diseño editorial fue una decisión mucho más consciente que ocurrió algunos años después. Quería diseñar libros, lo tuve claro. Dejé el estudio de diseño en el que trabajaba en Madrid, me hice autónoma y me lancé. Luego llegaron las preguntas, las dudas, la búsqueda, las horas, la aventura y el juego. Aquí sigo.
RA: ¿Cómo crees que toda tu formación influye a la hora de abordar un proyecto editorial?
MP: Creo que puedo disponer de un amplio abanico de referencias. De alguna manera, en Historia del Arte, aprendí a mirar desde los clásicos, observando, analizando, interpretando, contextualizando… Es una escuela fuerte. Por otro lado, el vínculo entre el ojo y lo mirado en fotografía es muy especial. Se da una identificación profunda. Y aunque en el diseño, trabajo por y para comunicar un mensaje previamente dado y establecido, creo que todo eso subyace ahí.
RA: Nos gustaría conocer acerca de tus procesos de investigación y documentación a la hora de comenzar un nuevo proyecto: ¿recurres con frecuencia a la historia del arte? Si es así, ¿hay algún proyecto en donde puedas explicarnos cómo fue el proceso de elaboración y cuáles fueron tus referentes históricos?
MP: Creo que cada proyecto tiene su idiosincrasia particular y demanda recursos o vías de trabajo diferentes.
Mi trabajo con la compañía de danza La Phármaco, por la naturaleza del proyecto artístico, por los tiempos de creación más extendidos en el tiempo y por el trabajo en equipo con la directora de la compañía Luz Arcas y la fotógrafa Virginia Rota, me permiten volver a la Historia del Arte de una manera más natural y evidente. Hemos cumplido más de diez años trabajando juntas y son muchos textos y muchas referencias artísticas y culturales las que están detrás de las obras y también del trabajo gráfico en particular.
Trabajo para la compañía La Phármaco.
RA: Hablando de referentes, ¿cuáles son tus principales puntos, o personas, de inspiración a la hora de diseñar?
MP: Dentro del diseño, admiro el trabajo de muchos compañeros que son para mí un referente: Underbau, Hermanos Berenguer, This Side Up, Lacasta Design, Ena Cardenal de la Nuez, Joana Bravo, Atelier Dyakova, Desescribir, Novagarda, Estudio República, Clara Sancho, Ingrid Picanyol, Rifle, Hastalastantas o Dídac Ballester. El lenguaje de todos ellos me inspira, me ilusiona, me motiva y está presente de muchas maneras en mis procesos de trabajo. A menudo imprimo imágenes de sus proyectos y empapelo la pared.
Fuera del ámbito del diseño, Andréi Tarkovski, Samuel Beckett, Francisco de Goya y Francis Bacon son influencias centrales en mi manera de mirar y de entender el mundo.
RA: ¿Cómo dialogan en tu trabajo la fotografía y el diseño editorial? ¿Cómo asientas el equilibrio entre texto e imágenes mientras realizas una publicación?
MP: El blanco, la masa de texto, la fotografía (o ilustración) y los recursos gráficos funcionan todos como imágenes. Tienen valor y peso compositivo de manera independiente, pero hemos de articularlas y ponerlas en comunicación. Intento hacer un trabajo de síntesis y que nada sea gratuito o responda solamente a un capricho o algo ornamental. La capa formal y estética ha de responder y dialogar en equilibrio con el contenido para que el mensaje o lo que queramos comunicar llegue de la manera más nítida posible.
Quince años de cambios en la colección de pintura joven de la Universidad internacional de Andalucía.
RA: ¿Tienes algún proyecto donde la materialidad de la publicación haya sido fundamental e incluso uno de los ejes principales de la misma?
MP: Un libro llamado La línea, de Pablo Santos. Fue un proyecto personal que nació del trabajo y la colaboración conjunta. El libro cuenta, a través de un diario, mapas y fotografías, un recorrido a pie que hizo Pablo en Castilla y León, desde el pueblo donde nació su madre hasta el pueblo donde nació su padre. En la cubierta utilizamos el papel Curious Matter Ibizenca Sand, que tiene una textura muy particular y que hablaba de la tierra, de lo agreste, del camino. Trabajamos cada una de las cubiertas de manera individual, haciendo recortes con el Curious Matter Goya White para generar líneas diferentes en cada una de las portadas. De esta manera, cada una de las personas que se hizo con el libro, tiene su propia línea y una portada diferente.
La línea, de Pablo Santos Herrán. Diseño realizado por María Peinado.
RA: ¿Algún proyecto que haya sido especialmente desafiante para ti? ¿Por qué lo fue?
MP: Todos los proyectos son desafiantes de alguna manera y por razones muy diversas. El desafío inquieta y genera cierta incomodidad, pero también es bonito en sí mismo y ayuda a trabajar la frustración. La primera gráfica expositiva que hice de la mano de Lacasta Design me supuso un reto importante. Aprender a pasar del papel a la pared, la diferencia de escala, la especificidad de los materiales de producción o leer correctamente un plano y un alzado arquitectónico. Ahora, junto con el editorial, es lo que más disfruto diseñando.
Fotografías de la exposición de Lacasta Design
RA: Si tuvieras que quedarte con una sola tipografía, un solo color, y una sola publicación ¿con cuáles te quedarías?
MP: Hago un poco de trampa y elijo dos tipografías: la Chamberí de Íñigo Jerez y la AD Grotesque de Atelier Dyakova.
¿Un color? El azul marino muy oscuro.
¿Una publicación? Roma. Un libro de fotografía de 2024 del fotógrafo David Jiménez que coeditaron la editorial RM, el CAF (Centro Andaluz de la Fotografía) y el Centro de Arte José Guerrero de Granada. Las imágenes y la secuencia narrativa me parecen una maravilla.
RA: ¿Qué consejo le darías a alguien que esté comenzando en el mundo del diseño editorial y las publicaciones? ¿Qué te hubiera gustado oír en tus comienzos como diseñadora?
Me da pudor dar consejos, pero si alguien me lo pidiera, le diría lo que me hubiera gustado oír en mis comienzos: confía en el trabajo y en la dedicación, cada experiencia vital puede sumar y hay tantas vías o recorridos posibles como personas.
Cuando decidí apostar por el diseño editorial, alguien cercano me dijo que tuviera la mirada larga y que pusiera el foco en lo importante y no en lo urgente. Este pensamiento todavía me acompaña y me ayuda hoy.
RA: Muchas gracias María, por habernos dejado conocerte un poco más y por haber compartido con nosotros tu biblioteca de referencias y trabajos.