Tipografías monoespaciadas: la irresistible belleza del orden

ASM, diseñada por Íñigo Jerez.

Durante mucho tiempo han sido las letras más serias del mundo tipográfico, pero poco a poco, la percepción que tenemos de ellas ha ido cambiando y parece que ahora se han soltado definitivamente la melena. Pero empecemos por el principio.

Soy monoespaciada y también me divierto.

Ya lo dice su propio nombre: las tipografías monoespaciadas son aquellas cuyos caracteres ocupan siempre el mismo espacio, en contraposición a las tipografías de anchura variable o proporcional, donde los caracteres poseen tamaños diferentes entre sí. Las monoespaciadas encuentran su antecedente en las máquinas de escribir, en las que con cada impresión de letra tecleada el carro avanzaba siempre la misma distancia.

Son las tipografías usadas desde siempre por los programadores debido a que proporcionan gran legibilidad en un entorno donde una nítida identificación de los caracteres es de vital importancia. Por otro lado, en el plano meramente estético, se ha recurrido a ellas para dotar de cierto aire retro a según qué diseños, por ejemplo, rememorar el ambiente de la escritura a máquina de un original de guión de cine clásico.

Ser y no ser mono

Operator, diseñada por Hoefler & co.

Quizá, desde el punto de vista exclusivamente del diseño gráfico, su, digamos, rigidez, ha sido un escollo, aunque, por otro lado, siempre he pensado que aplicadas con gracia y en el lugar idóneo se convierten en una opción irresistible. Y no soy la única que lo piensa. En los últimos tiempos, tanto su diseño como su uso estético están cambiando, o, mejor dicho, están evolucionando y, por lo tanto, ensanchándose considerablemente sus posibilidades y prestaciones. Un muy buen ejemplo de ello viene de la mano de la fundición tipográfica norteamericana Hoefler & Co., que nos sorprendió a principios de este año 2016 con Operator, una tipografía con todo el espíritu de las monoespaciadas, pero sin las limitaciones mecánicas de éstas, es decir, eliminando el ancho fijo y permitiendo que los caracteres adopten sus proporciones naturales. Operator está compuesta por una completa familia opentype de nueve pesos con sus respectivas y sorprendentes cursivas. 

Y para completar, aún más si cabe, la jugada, Hoefler & Co. no se han detenido ahí y han puesto la guinda al proyecto aunando las necesidades tanto de diseñadores como de programadores con la Operator Mono, una refinada destilación de las monoespaciadas puras que resulta perfectamente idónea para programar con estilazo o para diseñar matemáticamente.

De la misma manera que las fundiciones están ampliando el abanico de posibilidades de las monoespaciadas manipulando su ADN, los diseñadores están ampliando su utilización en campos donde era poco frecuente encontrarlas, dando lugar a diseños audaces y frescos.

Mi fijación con las monoespaciadas viene ya de lejos, pero se hizo más fuerte gracias al diseño de packaging de la línea de productos Body Luxuries de la marca Suavinex, realizados por el Estudio Mllongo. Me sedujo de ellos la utilización de una monoespaciada junto con una tipo de serifa en mayúsculas en los envases destinados a una línea de cosméticos para bebés y mamás, combinación nada habitual en este tipo de productos.

Packaging Body Luxuries de Suavinex diseñada por Estudio Mllongo.

El resultado, un diseño audaz y memorable, que marca la diferencia con otros productos de su segmento y que, por lo tanto, resulta muy original, pero sin perder, en mi opinión, ni un ápice de dulzura. A partir de ese momento, mi ojo de diseñadora tipópata, ya no podía ver nada más que monoespaciadas por todas partes.

Monoespaciadas everywhere.

Inconsolata, Courier, Apercu Mono, Letter Gothic, Andale Mono, Pica 10 Pitch, Greta Mono, Asm, GT Pressura mono, Pitch… Éstas son algunas de mis preferidas a la hora de combinarlas con otros estilos. Todas ellas me parecen muy versátiles, muy todoterreno. Bien usadas, funcionan realmente bien tanto en diseño web como en diseño de marcas, en diseño editorial y, como hemos visto, pueden quedar estupendamente en packaging. Vamos a verlo por partes.

Personalidad mono

A pesar de lo inquebrantable en su espaciado, la estética de una monoespaciada, esa supuesta rigidez que decía un poco más arriba, puede ser una gran ventaja y resultar absolutamente comunicativa, llegando a expresar de manera precisa y clara lo que la marca necesita para diferenciarse.

Aire web

Que la legibilidad de las fuentes monoespaciadas resulta vital en programación ya lo sabíamos, pero servidora desconocía la importancia de las ligaduras para mostrar caracteres más «entendibles» para los desarrolladores de código. Gracias a que mi trabajo como diseñadora me ha dado la oportunidad de colaborar estrechamente con excelentes programadores, he aprendido a valorar la necesidad de tipografías monoespaciadas adaptadas a quienes manejan diariamente grandes cantidades de código, es decir, grandes cantidades de caracteres diferentes.

Por otro lado, cada día más, el diseño web tiende a la claridad, la nitidez y la limpieza, por lo tanto, una fuente monoespaciada puede cumplir la doble función estética y funcional. Diseños con mucho aire, minimalistas, que no saturen visualmente, esto se puede conseguir con este tipo de fuentes.

Páginas invencibles

Los pequeños detalles hacen grandes los diseños. Ya sea como pie de foto, para datos bibliográficos, pies de página, numeración, pequeños bloques de texto… las monoespaciadas dan el necesario toque de limpieza y claridad a un buen diseño editorial. Al igual que en web, ofrecen aire puro en la página. En revistas y catálogos de aire moderno resultan invencibles.

Monoespaciadas envasadas al vacío

Ya lo hemos visto, quizá sea en este campo es donde creo yo que sorprenden más, aportando un toque de exclusividad y elegancia que ya lo quisiera una tipo con serif. Haz la prueba: no hay producto que se le resista.

En resumen, las monoespaciadas, a pesar de su aspecto serio y formal, son unas seductoras natas, y, encima, aptas para todos los públicos y combinan a la perfección con todo tipo de letra. Ya es hora de romper clichés y salir de la encorsetada idea de que son demasiado rígidas o solo sirven para código. Adelante, sé valiente y dales la oportunidad que se merecen, porque, queramos o no, ya se han ganado su lugar en el diseño y piensan quedarse.