Al contrario que las modas, la tipografía no dependen de la temporada, sino que más bien se mantienen o evolucionan al ritmo de las necesidades del entorno. Así, encontramos a día de hoy tipografías a medida o caligráficas o animadas o clásicas o flexibles o voluminosas o geométricas o eclécticas. Estas son algunas de las características que, si bien han estado presentes el pasado año, lejos de desaparecer en este nuevo año 2020 que aún está en pañales, se asientan y cogen fuerza para convertirse en eso que llamamos, siguiendo, ahora sí, la nomenclatura del mundo de la moda, tendencia tipográfica.
Destacamos así un variado elenco de fenómenos tipográficos que van dando forma, poco a poco, a un presente sumamente atractivo, tipográficamente hablando.
Serifas on fire
Llevamos ya un tiempo viendo un aumento de serifas audaces, de alto contraste o de marcado carácter editorial en marcas y páginas web. El motivo puede ser variado, pero quizás lo que a nosotros nos cautiva especialmente es el efecto humanizador que son capaces de aportar a cualquier proyecto.
De toda la riqueza y variedad de este estilo, destacamos las serifas caligráficas que, si bien ya han tenido su presencia en 2019, les auguramos una época de esplendor en este 2020. Muchas de ellas redescubren audazmente la esencia de la bella caligrafía americana de mediados del siglo XX transmitiendo la calidez de las antiguas manos de Oscar Ogg o William A. Dwiggins.
Nuestras favoritas: la gran familia Ogg de Sharp Type por una grandiosa cursiva combinación de invención e inspiración, Romie Regular de Margot Lévêque por la belleza de sus serifas y el homenaje a la revolución de la moda en los años sesenta y Grand Slang de Nikolas Type por el ineludible deseo de no sólo recrear formas sino también aportar un carácter distintivo y elegante.
El espíritu de lo clásico…
Visiblemente en el mundo de las marcas hay un decidido retorno a los tipos de letra más clásicos. Tipografías de múltiples gestos, algunos basados en la caligrafía, otros en la talla en piedra o incluso en tipografías que nos retrotraen a épocas dónde clásicos como Cooper Black vivían su momento de esplendor. Todas estas características crean una mezcla que equilibra cualidades opuestas y se integran de maravilla en la narrativa de una marca o de un producto editorial aportando calidez.
Destacamos, entre nuestras preferidas, tres tipografías con elementos estilísticos diversos que las convierten en, oh paradoja, amables y agresivas: Moranga de Latinotype por su ADN cooperiano, Nib de Colophon Foundry por la belleza y excentricidad de formas salientes en letras como la «f», la «j» y la «y» y Morion de The Designers Foundry por sus detalles nítidos y cursivas condensadas y dinámicas que proporcionan un tono contemporáneo a un estilo clásico de serifa de transición.
…y el espíritu de lo retro
Que hay una tendencia retro con el punto de mira en los tipos de letra de los sesenta y setenta es un hecho. Este fenómeno va más allá y se sumerge profundamente en el imaginario de Herb Lubalin o Benguiat para crear (o utilizar de nuevo) tipos de letra que evocan las décadas de las «revoluciones». A ello hay que añadirle el gusto por los espacios ajustados y la composición, que tanto marcó este estilo. ITC Cheltenham, Windsor o ITC Souvenir están más de moda que nunca, aunque siempre podemos probar algo nuevo como Recoleta de Latinotype que «combina una variedad de ingredientes -de varios tipos de letra populares de la década de 1970- mezclados en un único diseño».
Tipografías desproporcionadas
Detalles de diseño inesperado que añaden personalidad, ritmo y altas dosis de expresividad podría ser la más destacada cualidad de esta nueva tendencia. La aparición en escena de ciertos terminales ligeramente desproporcionados como la «a» ayudan a conectar y crear formas de palabras más compactas además de proporcionar acentos visuales. Probablemente sea la puesta en escena más persuasiva de estos nuevos tiempo.
Nuestro top 3 en este «estilo» son el último lanzamiento de Grilli Type, GT Alpina, una serif de formas muy expresivas y una ejecución pragmática e impecable con detalles inesperados, ritmo sólido y gran personalidad. Labil y Stabil Grotesk de Kometa por el equilibrio inherente a las formas de letras y la sensación de que el texto se ve afectado por las leyes de la gravedad. Dos subfamilias que se complementan a la perfección, Labil Grotesk de proporciones sutiles pero cómicamente exageradas y Stabil Grotesk, el hermano excéntrico de rasgos intencionadamente torcidos. Y nuestra última elección es Banana Grotesk de Monkey Type por su desenfado y sentido del humor.
Tipografías «no convencionales»
Se usa a menudo en el campo del diseño gráfico y la tipografía el término «experimental» como sinónimo de cualquier cosa nueva o no convencional. Más allá de categorizar o adjetivar, la realidad es que un diseño diferente atrae la atención. Pero, como es natural, no basta con ser tan solo diferente, hay que ser algo más. Tres ejemplos a tener muy en cuenta de esto que decimos: las siete tipografías de Lab de Swiss Typefaces, su Departamento de Investigación y Desarrollo. Las tipografías que puedes encontrar aquí son experimentales.
BRRR en uso. Cartel para la exposición Soirée graphique n°10 – “Hallo Deutschland”. BRRR es una de las siete tipografías de Lab de Swiss Typefaces.
XMX de Pizza Typefaces, definitivamente más radical en su diseño. Taters de Tommi Sharp, disponible en Future Fonts, tipografía que comenzó como un experimento con patatas realizando en primer lugar sellos e impresiones para idear a posteriori un conjunto de reglas que se convirtieron en esta extraña y salvaje tipografía. Audaz y divertida.
Un año más…
Sans y a medida
El movimiento tipográfico en marcas hacia una geometría amable y a medida lleva tiempo entre nosotros. El gusto de grandes marcas por el uso de estos tipos de letra y por una apariencia minimalista, lejos de desaparecer, aumenta en el mercado, combinado con estilos visuales que aportan emoción generando un lenguaje con más carácter.
Neogrotescas
Las neogrotescas se definen por la legibilidad, la sencillez y la objetividad. Han demostrado, con el paso de los años y las décadas, que siguen adaptándose al medio como nadie, sobre todo en los entornos digitales. Su principio esencial al presentar la información de manera coherente y unificada sigue ganando adeptos. En este caso, al contrario que en los demás apartados, la tendencia no son las tipografías en sí mismas, sino la experimentación gráfica que se está llevando a cabo por diseñadores, fortaleciendo su uso y desarrollando la sensación de que es un estilo tipográfico de posibilidades ilimitadas.
Fuentes variables
Como decía la diseñadora y periodista Elena Veguillas en nuestro artículo sobre las mejores tipografías de 2019, «es de suponer que en 2020 las variable fonts tendrán cada vez más presencia y veamos un salto en su uso ahora que Adobe las ha incorporado en Illustrator, Photoshop y finalmente Indesign». Y es que la realidad es esta, a las fuentes variables se les ha concedido un ritmo lento en su puesta en práctica. Aún así es notable la creciente demanda de opciones variables en nuevas tipografías.
Tipografías multiescritura
El desafío que supone hacer convivir en el mismo entorno visual diferentes sistemas de escritura con sus características individuales, contextos culturales o históricos es total y a la vez necesario. Necesitamos tipografías multiescritura porque nuestra comunicación actual también es multilingüe.
Nota: Imagen de portada de Anna Shvets y tipografía Ogg de Sharp Type