Gowings. Toben Studio

Llevamos ya varios años observando que es realmente difícil definir en pocas palabras el panorama tipográfico actual. Difícil por lo extremadamente variado. Alguna vez lo hemos dicho: el diseño tipográfico actual es una fiesta. Hay de todo para todos los gustos: hay diversidad, tecnología, nostalgia, elegancia, desenfado, efectismo, sentido del humor… y, sobre todo, alegría.

El acelerón que está experimentando actualmente la tecnología digital está propiciando una verdadera explosión de creatividad. La experimentación se multiplica y el lenguaje tipográfico se ha lanzado a una búsqueda de sus propios límites que afortunadamente todavía nadie parece atisbar.

Las tendencias en tipografía son un tema delicado, pues en muchos casos el periodo de diseño y producción de una fuente tipográfica es de meses, incluso años, y no se trata de modas que cambian en primavera. Podríamos haber seleccionado otras categorías o apartados diferentes, pero nos hemos decantado por estos seis porque pensamos que nos dan la posibilidad de ofrecer una panorámica fiel de qué está sucediendo a nivel global en la industria tipográfica.

Se trata, como es lógico, de un artículo muy visual, con un buen montón de proyectos que nos han llamado la atención, nos han sorprendido y nos han inspirado. Entremos ya en materia, que nos espera un verdadero festival de creatividad.

Armonía entre los muy diferentes

Desde hace unos años, la hibridación o fusión tipográfica es una de las tendencias principales, que en algunos casos ofrece resultados realmente sobresalientes. No parece haber reglas en la hibridación tipográfica y su popularidad quizá sea el reflejo de la diversidad social actual.

Wabi. Juri Okita

Más allá de posibles argumentos sociológicos, la hibridación tipográfica aporta alegría, desenfado y, en ocasiones, como en seguida veremos, armonías sorprendentes y hermosas.

Gowings. Toben Studio

Commercial Futures. Egg Agency

La belleza orgánica de la retícula

Si visualmente las letras son bellas, ¿por qué no habrían de serlo también sus partes? Podemos construir letras a partir de formas geométricas y hacer que estas formas encajen en una retícula. Y a partir de ahí, jugar con las formas, extraer partes de la letra y construir con ella, por ejemplo, un isotipo. Quizás esta manera de trabajar con tipografía provenga del hecho de que se está viendo sometida a un replanteamiento que se cuestiona hasta la naturaleza misma de la letra.

AFK. Klutch Studio

↳ La oficina del parque, de Ingrid Picanyol

Reframed. Bornfight studio

Lettering líquido, letras que fluyen

El lettering, el arte de dibujar letras, posee una cautivadora potencia visual. En plena efervescencia de inteligencias artificiales, lo orgánico y curvilíneo se erige como contrapeso, casi como una reivindicación de lo puramente humano e imperfecto.

Nordoff and Robbins. Pentagram

Festival Dansa Valencia . Sayavera Studio

La tendencia actual del lettering aplicado al diseño de identidades gráficas, busca sobre todo una sensación de fluidez, de suavidad y levedad, de cosas que fluyen y no pesan. Aunque también sigue vigente la idea de transmitir un mensaje de cercanía, de producto artesanal, de una creatividad flexible y orgánica que conecte emocionalmente con el público.

Mentados. Jesús López

Juicy Lucy, Somekind Studio

Nike Fleece, Some days

¡Hazlo grande!

El tamaño también es mensaje. Si quieres transmitir fuerza, confianza y presencia, ¡hazlo grande! Además, las dimensiones generosos aumentan la legibilidad —dependiendo del estilo, por supuesto—, pero lo que es seguro es que se aumenta la visibilidad de la marca.

Thorlo. High Tide

Nu. Blok

Los grandes tamaños denotan ambición, una identidad sólida, bien asentada, y una personalidad decidida y distintiva. Evidentemente, eso no es válido para todas las marcas, pero si de lo que se trata es de mostrar fuerza, determinación y rotundidad, no hay nada como una bold.

Kalw. Collins

Fish. Oduplo

 King Pine Pictures. Aperios Design

Píxel forever

Desde hace unas temporadas estamos inmersos en una gran ola de nostalgia ochentera, aquellos años en que, según la idealizada visión actual, todo parecía mucho más inocente, como de juguete. Y en el universo de la tecnología, el centro de la nostalgia es el píxel, ese objeto que ha sido elevado unánimemente a la categoría de leyenda pop. Prueba de su popularidad es el hecho de que hace ya mucho tiempo que desbordó el ámbito meramente técnico y pasó a ser por méritos propios un elemento cultural.

 Buck Sandbox. Rozi Zhu

Usar el concepto píxel para diseñar tipografía puede ser una fuente de creatividad, pues las restricciones que impone el tener que adaptarse a una rígida cuadrícula empuja a afinar el ingenio. Aunque en muchos casos, el diseño tipográfico se acerca al universo pixelado de modo más conceptual que literal. En cualquier caso, ¡viva el píxel!

 Wind. F&B Happy

 Hyebird. Sasha Dooginov

 Switch. CSRL Studio

Experimenta como si fuera el fin del mundo

Formas distorsionadas e influencias fancinerosas, dos extremos de una tendencia que aúna océanos de influencias, desde lo deliberadamente manual del hazlo tú mismo hasta exprimir las posibilidades visuales de lo digital. Un campo abonado para diseñadores audaces y sin prejuicios. De hecho, es posible afirmar que la actualidad tipográfica ha desbordado las tendencias y lo que prima es una extrema expresividad, que descaradamente busca el impacto, rabiosa incluso, como si los punks que pasaban el rato el Picadilly Circus durante los años setenta hubieran aprendido a maneja la suite de Adobe.

 Mohammed Samad

 Off Type