Nos acercamos a la Navidad, y es el momento de dar paso a la nostalgia, las buenas intenciones, y, por supuesto… ¡Los recopilatorios anuales! Fieles a la tradición iniciada el pasado año con un post resumen de las mejores revistas independientes, repetimos con este post que contiene más calorías que un palet de panettones (con “mizquitillas” de choco, claro).
Desde Estambul a Nueva York, pasando por Berlín, Ámsterdam, Londres, Barcelona o La Haya, hemos desgranado lo mejor que el panorama revistil mundial nos ha dejado en un año donde se consolida la buena salud del quiosco independiente.
Asimismo, en esta ocasión, hemos querido poneros las cosas más fáciles y, tras una breve introducción a la revista, pasamos a enumerar lo que nos ha cautivado de cada cabecera. Así os podréis pegar un festín visual, pero sin indigestaros por un exceso de caracteres. Y sin más dilación, ¡allá vamos! Con vosotros, y en orden alfabético, las mejores revistas independientes de 2017 (according to Rayitas azules, of course).
212
Aires exóticos para empezar este post de la mano de la (enorme) aventura iniciada por Heval Okcuoglu. 212, con sede en Estambul, es un proyecto bianual (y bilingüe, ya que se puede adquirir en inglés o en turco), que se articula en torno a relatos de ficción, reportajes de actualidad o reveladoras entrevistas. Lo que une esta diversidad de contenidos es la búsqueda de la metáfora visual y la sorpresa en un enfoque editorial que huye de tópicos y prejuicios.
Lo que nos ha conquistado:
Cabecera. Es poco frecuente encontrarse publicaciones cuyo nombre sea un número. El “212” es el código postal para Estambul, pero curiosamente, también lo es para Nueva York. Esta causalidad encarna a las mil maravillas la vocación internacional del proyecto.
Tamaño. Podríamos resumirlo en un «¡Madre mía!», pero igual se queda corto. Va ser que el tamaño importa. Nada menos y nada más que un 275 x 380 (vamos, que el ancho sólo, es casi el alto de un A4). Las fotos no le hacen justicia, gana infinito en directo.
Tipografía. El uso exquisito de la tipografía es más que notable.
Maquetación. El diseño y look & feel, logrado por la maqueta, busca realzar tanto el contenido textual como el gráfico, manteniendo siempre el equilibrio. İlkay Gürpınar, a cargo del diseño de 212, sabe que cuando la fotografía pide la palabra, hay que dejarla hablar, máxime, en formatos grandes.
Berlin Quarterly
Esta revista, que incluye su periodicidad en su naming, nos lleva cautivando desde que la descubrimos con su quinto número (que ya ha colgado el cartel de sold out). Y es que, el proyecto encabezado por James Guerin, renueva el concepto de revista literaria para ir más allá, y enmarcar reportajes, relatos, noticias en profundidad, arte o poesía, con imágenes e ilustraciones sugerentes.
Combinando una o dos columnas, y sin ser especialmente efectista, Berlin Quarterly deja que el “aire” tenga su protagonismo y nos sorprende con detalles (qué bien le sienta al cuerpo de texto la tipografía de ADN condensado, tan raro en las serif) que revelan el buen hacer de su directora de arte, Nicoletta Dalfino Spinelli.
Lo que nos ha conquistado:
Clásico renovado. Un look & feel muy literario, pero limpio y espacioso. Pese a ser una revista literaria, donde el predominio del texto está más que justificado, Berlin Quarterly apuesta por la legibilidad en cada una de sus páginas.
Folio. En condiciones normales no somos nada fans de exagerar elementos de navegación, como los números de página. Sin embargo, Nicoletta Dalfino consigue que la numeración forme parte de la personalidad de la publicación y, al mismo tiempo, contribuya a fomentar la impronta literaria.
Atmósfera. El papel aporta a las publicaciones lo que el director de fotografía al cine. La personalidad de una publicación consta de múltiples factores, y el soporte, al transmitir físicamente a través del tacto y de la vista, es uno de los más importantes. Berlin Quarterly emplea el offset Munken Pure White-lutescent, que aporta calidad de reproducción, sin aumentar el peso de la revista ni dificultar su lectura.
Simpatía. Esta cualidad no pertenece estrictamente al ámbito del diseño, pero es que James y su equipo no pueden ser más majos, ni queriendo 🙂
Cartography
Fundada en 2016 por Paola Corini y Luca De Santis (que también es el director de arte de la publicación), y con sede en Milán, Cartography está inserta en la tradición de las publicaciones sobre viajes con enfoque fotográfico y alejadas de estándares tradicionales, que iniciaran otras como Cereal. En cada uno de sus abultados ejemplares (240 páginas tiene su último número, nada menos), nos proponen diversos itinerarios alrededor del mundo.
Cada destino (normalmente tres por publicación) se articula alrededor de un texto introductorio, un mapa con las paradas recomendadas, y, lo más importante, un completo álbum de fotos. Asimismo, distintos artículos se van sucediendo, siempre a la sombra de las imágenes y maquetados con mucho gusto.
Lo que nos ha conquistado:
Tamaño. Mamma mia! Las revistas XXL han venido para quedarse, especialmente aquellas que contienen gran cantidad de fotos. Nada menos que 240 x 330 milímetros de escaparate visual de infarto.
Papel. El tacto del Arctic Paper Munken Polar confiere a Cartography un aire orgánico que va a la perfección con el tono de sus fotografías.
Doble discurso. Perderse en Cartography es como perderse por un destino viajero, puedes abrirla por cualquier página, que sus pies de foto y leyendas te harán de brújula.
CLOG
Desde Nueva York, CLOG explora a través de múltiples puntos de vista (y cuando decimos múltiples, podríamos decir “todos”) un tema en particular que, además, es relevante y actual. En su base se encuentra ese “periodismo lento” que se enfrenta al fast food informativo al que estamos sometidos diariamente.
En la línea de otras cabeceras como Delayed Gratification, de la que ya te hablamos, CLOG nos demuestra que, contenido y diseño, no sólo no están reñidos, sino que cuando trabajan juntos, es cuando se genera la magia editorial.
Lo que nos ha conquistado:
Diseño. Sabemos que diseño, así a palo seco, es poco concreto, pero es que no hay nada que no nos dé “gustico diseñil” a lo largo de sus casi 300 páginas. Las múltiples infografías, las fotografías recortadas en blanco y negro (aportando rollo fanzinero) y los cambios de papel para diferentes secciones, justifican sobradamente este apartado.
Formato. Aunque sea poco habitual para una publicación con tanto despliegue visual, sus 140 x 215 milímetros, más propios de una novela, funcionan a la perfección para aunar contenido textual y visual.
Acabados. Hacía tiempo que no nos sorprendía tanto una cubierta, sobre todo al tenerla entre las manos (algo que os aconsejamos probar a la mayor brevedad). Circunferencias de distintos tamaños, en stamping plateado, comparan el calibre de algunas armas, con otros elementos circulares dispares, tales como un pintalabios, un lápiz o el botón home del iPhone. Una genialidad con todas las letras. Atención especial al “sello” circular, seña de identidad de la publicación. Todo lo que sea generar branding con nuestra publicación, merece un aplauso gordo.
Good Trouble
Si la reivindicación viene en formato periódico, reivindica el doble, eso es así. Este parece ser el leitmotiv de sus perpetradores: Rod Stanley (ex-Dazed) y Richard Turley (ex-Bloomberg Businessweek). Good Trouble mezcla en una batidora elementos del fanzine clásico, arte contemporáneo, protesta, cultura de la resistencia, antitrumpismo exacerbado (como no puede ser de otra manera) y el know how editorial de sus responsables, y recogen el resultado en un “vaso” formato A2. Un “cómorrrr” en toda regla, que funciona a la perfección y que ha hecho que este proyecto (cuya continuidad está por ver), se haya ganado un puesto en nuestra lista.
Lo que nos ha conquistado:
Cabecera. Y no nos referimos a la cabecera en sentido estricto (es decir, al logotipo), sino al conjunto repleto de detalles y punch que conforma el área superior de la portada.
Destacados. Si la combinación naranja flúor con blanco y negro es infalible (y en formato periódico ni os contamos), es su uso en los destacados los que nos ha dejado más in love y con corazoncitos por ojos (en plan emoticono).
Formato. Nada menos que un A2 en territorio tabloide. Si ya constituye un tamaño que llama la atención de por sí, las fotografías que buscan el impacto acrecientan aún más la sensación. Las fotos no hacen justicia a la sensación de desplegar el periódico, pero si habéis tenido en las manos un Daily Telegraph, os lo podréis imaginar mejor.
MacGuffin
Premiada como revista del año en los Stack Awards de 2016, MacGuffin repite en nuestro palmarés anual, aunque si sus responsables, con Ernst van der Hoeven a la cabeza, siguen haciendo las cosas tan bien, seguro que el año que viene la tenemos por estos lares de nuevo. Hecha en Amsterdam (Holanda se ha ganado por derecho propio el ser una de las capitales de la independencia editorial), MacGuffin parte de un objeto cotidiano (el último número, el lavabo) para diseccionarlo a lo CSI.
El diseño, a cargo de Sandra Kassenaar, combina lo mejor del diseño editorial contemporáneo a lo largo de sus muchas páginas, en las que se alternan grandes cantidades de texto (con diversas estructuras de columnas) con abundantes fotografías, muchas de ellas a sangre y a doble página. De esta forma, se puede disfrutar con o sin prisas, según convenga.
Lo que nos ha conquistado:
Naming. Entronca de forma directa con el espíritu de la publicación. “MacGuffin” es un término acuñado por Alfred Hitchcock para aludir a los secundarios de las tramas fílmicas que, sin ser protagonistas, aportan o sorprenden cuando menos lo esperas. Símil genialérrimo de estos caracteres con los objetos cotidianos de los que se ocupa la revista.
Cubiertas. Nada es estándar en esta publicación, y la portada no iba a ser menos. La característica “M” dibujada, así como la ubicación del resto de los elementos, generan una impronta marca de la casa.
Concepto. Aunque la idea de realizar “monográficos” no es un invento del equipo de MacGuffin, sí lo es hacerlo a base de objetos cotidianos, así como la originalidad de su planteamiento.
Migrant Journal
Sin duda, una de las grandes sorpresas que nos ha deparado el año revistil. De hecho, Migrant Journal estrenaba recientemente nuestras videografías.
La publicación analiza el fenómeno de la migración desde diversos prismas y con un despliegue de excelencia gráfica que da gusto verlo y tocarlo (diseño a cargo de Offshore Studio.
El proyecto, que se prolongará durante 6 números, propone un análisis sobre el movimiento de personas, animales, objetos, etc., alrededor del mundo, y lo que esto supone para nosotros como individuos y como sociedad.
Lo que nos ha conquistado:
Acabados de lujo. Cubiertas en offset ligeramente gofradas, tintas especiales y desplegable impreso por ambas caras. Que no falte ni gloria, ¡olé!
Columnas locas. La publicación propone un juego con columnas de anchura desigual, combinado con cuerpos de letra igualmente desiguales.
Infografías. Migrant Journal no se corta y apuesta por la excelencia en el uso de recursos infográficos: gráficas, mapas y tablas se suceden a lo largo de la publicación.
Noble Rot
Y de Londres a… ¡Londres de nuevo! La capital británica lo peta mucho este año, o mejor dicho añada, que para algo nos sumergimos entre viñedos para hablar de Noble Rot. “Podredumbre noble” (Noble Rot) lleva desde 2013 haciendo las cosas muy bien y, aunque podríamos incluirla entre las mejores cualquier año, éste ha sido el elegido para hablar sobre esta publicación que, sin duda, convencerá al somelier editorial más exigente, a golpe de copazo visual.
Detrás del proyecto se encuentran Dan Keeling (divulgador sobre vino y director de arte del proyecto) y Mark Andrew (Master of Wine, nada menos). Su trayectoria en el mundo de la enología se nota, tanto en la elección de los temas a tratar como en el enfoque.
Lo que nos ha conquistado:
Actitud. Los amantes del vino que nos alejamos de enfoques tradicionales y pedantes, demandábamos ya una publicación que abordara el tema de forma desinhibida, cercana y, sobre todo, con buen humor.
Tagline. Sex & Drugs & Pinot Noir (Sexo, drogas y Pinot Noir), toda una declaración de intenciones. No es de extrañar que lo incluyéramos ya en un post sobre los mejores taglines de revista.
Retícula. Aunque la estructura de dos columnas es la que nos parece más lograda, la revista hace un uso excelente de la retícula, logrando diversidad y versatilidad en la presentación de los artículos.
Odiseo
Tras el sugerente nombre de un dios griego, se oculta una publicación erótica elaborada por Folch Studio. Más allá del género, Odiseo busca la seducción a través de los cuerpos y la abstracción. Artistas y fotógrafos emergentes generan el empaque perfecto para esta publicación, que está de aniversario con su último número (el décimo). Se trata de una doble edición dedicada a las nociones opuestas de Utopía y Distopía, donde las visiones contrastantes del mundo se reflejan a través de la fotografía y el texto.
El proyecto, de naturaleza bianual, combina imágenes eróticas con textos perspicaces. Todo con objeto de hacer un cambio de paradigma en la forma en que se entiende y aborda la moda, el erotismo y el arte.
Lo que nos ha conquistado:
Formato. Odiseo se define a sí misma como un híbrido entre libro y revista, ideal para abordar la moda, el erotismo y el arte, y generar distintas capas de interpretación. Nos gana su carácter coleccionable. Es tener una en las manos, y ya quererlas todas.
Capacidad de sorpresa. El hilo conductor entre todos los números radica en lo original de la concepción de Odiseo. La diversidad de artistas y sus múltiples enfoques, hace que nos aproximemos a cada nuevo ejemplar con los nervios de una cita a ciegas.
Folch Studio. Somos muy fans de todo lo que hacen, y es que no dan “puntá” sin hilo. Además de Odiseo, no podemos dejar de recomendar Eldorado, una perspectiva fresca y distinta sobre viajar, con una filosofía muy parecida a la de Odiseo.
Abrumadora presencia de cabeceras londinenses y holandesas en nuestra selección anual de 2017Panenka
El equipo de Panenka, encabezado por Aitor Lagunas y Roger Xuriach, lleva muchos años (y ejemplares) haciendo las cosas muy bien. Desde luego, nosotros somos muy fans, y ya te hablamos de ellos en este post dedicado a revistas deportivas.
Lo de Panenka sí que es para un Balón de Oro y, además, bien gordo. La esencia del proyecto radica en dejar de lado el rollo “chacinil” que los medios nacionales otorgan al deporte rey, y dotarlo de alma y diseño. Un deporte con tanta tradición y recorrido como el fútbol, merece, como mínimo, enfoques distintos que ahonden en su historia y miren más allá de nuestras fronteras.
Lo que nos ha conquistado:
Retícula. El buen diseñador editorial sabe que la retícula no es nada sin una concepción versátil y variada de la misma. El cuidado diseño de Panenka, a cargo de Anna Blanco, deja hablar a las fotografías y a las historias que nos cuentan. Batallas sobre el césped, rivalidades eternas, infografías ingeniosas, y anécdotas y nostalgia bajo una capa de álbum de cromos. Las tipos Noe Black Display, Founders Grotesk, Greta Display Pro y Circular, son cómplices en el delito de esta maquetación deliciosa.
Tagline. El fútbol que se lee. Condensa todo lo que un eslogan debería ser en una revista: concreto, sugerente e identificativo con la temática tratada y el tono con el que se comunica. Al igual que Noble Rot, ya la incluimos en este otro post sobre los mejores taglines.
Enfoque. De igual forma en la que nos enamoramos de Tapas, sin ser gourmets ni seguidores de Top Chef, nos enganchamos a Panenka sin ser precisamente amantes del fútbol. De hecho, para disfrutar de esta publicación sólo necesitáis ser amantes de la cultura, la lectura y los detalles visuales.
Printed Pages
¿Qué puedes esperar de una revista cuyo germen es uno de los blogs sobre creatividad más reputados de la galaxia? Pues un revistón como la copa de un pino. Printed Pages, la cara impresa del blog de Owen Pritchard, It’s nice that, se revela como una imprescindible de la inspiración diseñil.
Con carácter bianual y desde Londres (again!), la cabecera nos trae lo mejor de la creatividad mundial y, al igual que el blog del que surge, se erige como un referente ineludible sobre lo mejorcito del diseño y la ilustración.
Lo que nos ha conquistado:
Acabados. Una de las premisas de Printed Pages es la sorpresa en los acabados y papeles empleados. La publicación renuncia a una encuadernación cosida para poder alternar distintos papeles y encartes interiores. No os perdáis, entre las fotografías, el póster desplegable que incluye el último número.
Filosofía. Un blog de inspiración visual que lleva su contenido a formato impreso, nos parece unir lo mejor de los dos mundos. Aunque hayamos podido disfrutar de los proyectos online, poder apreciarlos de nuevo, pero en papel, aporta al proyecto un valor añadido excepcional.
Tipografía. ¿Extendidas para cuerpo de texto? ¿Condensadas para cuerpo de texto? ¿Quién dijo miedo? Las tipografías Suisse Works y la GT America, a la que ya dedicamos un post enterito, aúnan fuerzas para revelar una impronta tipográfica muuuy alejada de los estándares. Una vez superados los reparos iniciales, hay que rendirse a la evidencia: funciona.
Works that Work
De la mano de Peter Bil’ak , responsable de la fundición Typotheque, llega esta revista sobre “creatividad inesperada” (su tagline es A magazine of unexpected creativity). Destinada a las mentes “más curiosas”, cada número gira en torno a una temática concreta y a la creatividad alrededor de ésta. No obstante, la revista se articula en torno a ensayos que nos cuentan el impacto que el diseño tiene en las vidas cotidianas, es decir, nos cuenta historias a través del diseño… Interesante, ¿verdad?
Lo que nos ha conquistado:
Tipografía. Teniendo en cuenta el bagaje tipográfico de su principal responsable, Peter Bil’ak, no nos debería extrañar la excelencia tipográfica de la publicación. Las tipos Lava y Neutral (de Kai Bernau), ambas disponibles en la fundición Typotheque, se erigen como protagonistas.
Cabecera & tagline. El tagline de Works That Work, A magazine of unexpected creativity, aglutina las principales virtudes que uno de los buenos debe tener. No obstante, el imagotipo que aparece a la izquierda, nos ha enamorado aún más. Muy chulo, sí, señor.
Enfoque. Todo lo que sea sacar la creatividad de los caminos más transitados, y hacerla más accesible a través de historias sobre cómo cambian el contexto donde se aplican, nos parece un enfoque más allá de magnífico, necesario.
Y colorín, colorado…
Hasta aquí este “repasito” por las mejores revistas independientes de 2017, que esperemos hayáis disfrutado tanto leyéndolo, como nosotros elaborándolo. Ni que decir tiene que no están todas las que son, pero alguna teníamos que dejar fuera tras una dura criba (os lo aseguramos). Que el corazón de Rayitas azules es “mu grande”, pero no infinito, y nuestro amor hay que ganárselo a base de tinta, retículas y acabados especiales.
Fotografías: Rayitas azules (Salva Cerdá), excepto las que corresponden a 212 y a MacGuffin.