El nacimiento de una nueva editorial siempre es motivo de alboroto y algarabía en Rayitas azules y, máxime, si su primera referencia es un clásico del diseño editorial. Pero la guinda del pastel es que Jardín de Monos sea malagueña y, además, haber tenido la ocasión de charlar con sus responsables, en tu propia ciudad y así, ponerles cara. De hecho, ya nos habíamos reconocido todos casi antes de empezar. Es lo que tiene prodigarse por los «saraos» diseñiles de la ciudad.

Charlamos mucho, y muy a gusto, así que para no extendernos en exceso, hemos resumido algunos de los aspectos principales y más relacionados con la editorial y su primera referencia, Diseño para la edición de de Jan V. White, traducido al español. Qué mejor que empezar por el principio: quiénes son Jardín de Monos.

Diseño para la edición es un clásico, destinado a convertirse en referencia para estudiantes y profesionales.

Los «monos» de este jardín

De izquierda a derecha: Ángel Olmos, Txus Marcano y Alfonso Simón (arriba).

Alfonso Simón

«Los perfiles los tenemos en la web, pero si quieres te contamos. Yo estudié Publicidad en Málaga y luego me fui fuera, a Barcelona y estudié en Elisava. También pasé por Londres y, antes de entrar en la escuela (Escuela de Arte de San Telmo), estaba aquí en una empresa de responsable de diseño y comunicación. En la escuela ya llevo 12 años, desde 2006. Además soy Doctor en Comunicación y Publicidad y sigo desarrollando una labor como freelance en los tiempos que nos deja la escuela. Y así, muy resumidamente, eso».

Txus Marcano

«Soy un enamorado de las letras, de hecho, debería haberme traído la camiseta de Lletraferits. Además, yo la relaciono bastante con la política, como habrás apreciado en algunas de mis charlas. Me licencié en Bellas Artes en Granada. Eran los 90 en España, donde la tipografía no existía. Existía una versión de los Tipos Duros, pero muy incipiente, con Penela y Patau».

«Mientras trabajaba como diseñador en Soria, entré en contacto con ellos e hice muchas cosas para el blog, aunque yo no salía por ningún lado, hasta que se renovó la web. De hecho, en breve habrá una nueva actualización (¡Gran primicia! Somos muy fans). Queremos traducir unos artículos de Stanley Morison, para lo que estamos buscando los derechos. Los artículos que nos gustan huyen del chafardeo que marca la agenda, y tienen más enjundia».

«Tengo la suerte de que me gusta la tipografía, soy profe de diseño y además sólo imparto materia relacionada con ésta, aunque a veces me tiente pasarme a la ilustración». Txus Marcano

Ángel Olmos

«Soy un amante de los libros, desde pequeñito. Estudié dibujo publicitario en la Escuela de Arte N.° 10 de Madrid cuando todavía éramos analógicos. A mediados de los ochenta empecé a trabajar como diseñador en el sector editorial y ahí sigo con mi propio estudio».

¿Cómo surge la idea de la editorial?

Ángel Olmos: Después de las clases solemos quedar a menudo a tomar unas cañas y charlar sobre libros, diseño, etc. Entonces de forma natural, pensando en libros que puedan ser útiles para los alumnos en clase, y la escasez de los mismos, nos preguntamos «¿por qué no publicarlos nosotros?».

La obra se encuentra dividida en secciones temáticas, tales como «Simetría y asimetría» o «Titulares y entradillas».

¿Y por qué Jardín de Monos?

Se miran divertidos.

Txus Marcano: ¿Le contamos la historia de verdad?

Rayitas Azules: Pensábamos que era por «el Jardín de los monos», nombre por el que se conoce popularmente a la malagueña plaza de la Victoria.

Ángel: Sí sí, es por eso. El nombre fue una verdadera tortura. Teníamos ya los derechos de las dos primeras obras, pero no teníamos todavía nombre oficial.

Txus: Cuando empezamos con la idea de la editorial, busqué comunicarme por correo con Jan V. White. Era enero de 2015. En su web sólo conseguí el contacto del webmaster, que a su vez me pasó el contacto de alguien que él tenía. Resultó ser el agente de White, quien me informó que, desgraciadamente, el autor había fallecido en diciembre de 2014 (algo menos de un mes antes). Pero que no había problema porque sus descendientes sí estaban vivos. También me informó de que White tenía un agente español. De esta forma, compramos los derechos de la obra y las imágenes —que por cierto, venían en «.eps» con previsualización tiff de 1 bit, vamos, algo prehistórico y viejuno.

La cosa es que en febrero llamamos a Karen Cheng, cuyo libro además yo utilizo mucho en clase. La autora me remitió a su agente inglés para el tema de los derechos. Intercambiamos varios correos, pero de repente hubo un silencio por su parte de varios meses. Al final, me contestó una señorita diciéndome que el agente de Karen Cheng había tenido un problema de salud grave, y que había estado a punto de fallecer”.

RA: En este punto de la entrevista, empezamos a preocuparnos por nuestra integridad física.

Alfonso Simón: No, si todavía hay más.

Txus: Para impartir caligrafía yo utilizo un método, basado en la obra de  André Gürtler, y queríamos realizar una actualización más pedagógica de su obra. Intenté ponerme en contacto con la editorial en Suiza, pero no contestaban los correos. Intenté contactar a través de Juan Jesús Arrausi, profesor en Elisava y buen amigo mío, y que estuvo en un posgrado con el propio Gürtler durante dos años. Al poco tiempo Arrausi me llama y me dice que Gürtler está muy mal.

Alfonso: De ahí surgió la posibilidad de llamar a la editorial «La huesuda», ya que parecía que cada vez que levantábamos el teléfono alguien moría o estaba muy mal. Lo que pasa es que «testeando» el nombre, a mucha gente no le gustaba o directamente no lo entendía. Nos gustaba el background que tenía el nombre, pero al final nos decantamos por Jardín de Monos, que tenía un carácter más localista y simpático.

Ángel: Lo que no queríamos era tener un nombre serio tipo «ediciones gráficas SL» o «CMYK».

Alfonso: Incluso nos planteamos ponernos un nombre en plan nave de polígono, creo que salía algo parecido a«Simaolsa» con su «SA» al final, y todo.

Las ilustraciones «viejunas», al igual que los viejos rockeros, nunca pasan de moda.

Ángel: Al final llegó un momento en el que no podíamos retrasar más la cuestión. Nos dimos cuenta de que teníamos la plaza al lado de donde solemos quedar. Todos vivimos y trabajamos cerca.

RA: A nosotros nos encanta el nombre. Nos parece que tiene mucho encanto. De hecho, con el blog también tuvimos dudas con el nombre, pero al final, tan contentos. Es importante que detrás de un naming haya una historia. Aunque no seas de Málaga y carezcas de la referencia, no te suena raro. Da juego a nivel de marca.

«De ahí surgió la posibilidad de llamar a la editorial «La huesuda», ya que parecía que cada vez que levantábamos el teléfono alguien moría o estaba muy mal». Alfonso Simón.

Diseño para la edición, el primer libro

Diseño para la edición aboga por cuidar al lector.

Diseño para la edición es un manual que, no sólo los diseñadores, si no también los docentes agradecemos sobremanera. A través de cientos de ilustraciones, Jan V. White nos revela miles de consejos prácticos sobre cómo hacer publicaciones más correctas, llamativas e interesantes. Nos cita errores comunes y nos proporciona alternativas coherentes.

RA: Se nota que casi todos vosotros sois formadores (como los artífices de este blog), ya que vuestra primera referencia posee una importante carga pedagógica. No conocíamos la obra, pero cuando vimos que el prólogo estaba a cargo de Diego Areso, un referente absoluto para nosotros, y tuvimos la ocasión de ojearlo, nos cautivó de inmediato. De hecho, de un día para otro absorbimos medio libro.

Alfonso: Descubrimos el libro gracias a él. Solía tener unos apuntes colgados en su blog y, al final de dichos apuntes, había referencias bibliográficas, una de ellas, esta obra.

A partir de ahí lo compramos, y luego nos lo pasamos entre nosotros. La primera impresión fue de qué libro más «cutre», las ilustraciones bocetadas, etc. Más adelante nos dimos cuenta de que muchos diseñadores editoriales lo tenían como una Biblia. Por ejemplo, Clara Montagut, directora de arte de Esquire, de Rolling Stone, etc. nos contó que lo tenía, lo perdió, y lo fotocopió porque para ella era un básico. Cuando Jardí se enteró de que lo estamos traduciendo, lo mismo. Lo considera también una joya. Los profesionales lo conocían y lo respetaban mucho.

Ángel: Nos propusimos mejorar la edición. La obra tiene varias ediciones (la última de 2003). En dichas ediciones se fue «parcheando» el original, y la edición en inglés está toda desalineada, sin cajas y poco cuidada.

El prólogo a cargo de Diego Areso, no puede estar más en lo cierto.

RA: ¿Pero os dieron el archivo original editable o algo similar?

Ángel: Nos dieron el Quark pero lo desechamos directamente y empleamos el pdf. De hecho, la edición en inglés es un contrasentido con el propio contenido del libro. Además, originalmente está en formato  Letter, y nosotros lo pasamos a A4 porque el texto en español daba más longitud que el inglés, y el A4 nos proporcionaba una mayor capacidad de maniobra.

Alfonso: La maquetación respeta básicamente el original. Teníamos muy poco margen por la propia estructura de la obra.

RA: ¿Os sentisteis tentados a actualizar el contenido en lo que a ilustraciones se refiere?

Alfonso: Se trata de un libro que se editó hace 40 años. Si empleamos imágenes de revistas actuales, los diseños se verán obsoletos en unos años. Haciendo que el libro perdiera incluso credibilidad. Luego te pones a leerlo y te das cuenta de que es una joya. Te da muchos consejos de cómo juntar tipografías e imágenes.

Ángel: Una cosa que me gusta mucho de la obra es que cuida mucho al lector y a los editores. A muchos diseñadores hoy en día se les olvida. Parece ser que tienen que hacer cosas artísticas y creativas, pero no piensan en el lector, que junto con los contenidos, son los que mandan.

RA: Es cierto que, en ocasiones, el trabajo del buen diseñador editorial, desde nuestro punto de vista, es invisible. Hay una parte donde podemos dejar patente nuestro  estilo, pero hay que preocuparse de cuestiones tales como la legibilidad, etc.

Alfonso: Un diseñador que hace revistas o libros, si te vas a la esencia de su trabajo, ¿cuál debería de ser? Pues hacer accesibles esos contenidos a un lector. Todo lo que sea ir en contra de hacer accesible dicho contenido son fuegos artificiales, pero que no sirven para nada. Sólo para lucirte.

Cientos de consejos y sabiduría editorial, condensados en algo menos de 250 páginas.

Ángel: Tienes que tener en cuenta las claves estéticas del lector, y no las tuyas. Si estás diseñando una obra clásica, tendrás que respetar sus ritmos aunque no te gusten. Si haces una revista de deportes, aunque no te interese, tendrás que aplicar una estética con la que los lectores de dicho medio se sientan identificados.

RA: De hecho, a mí me gusta comparar a mis alumnos nuestro trabajo (el del diseñador editorial) con el de construir un edificio. El mérito se lo lleva normalmente el arquitecto, por las formas, lo bonito que quede, etc. pero ¿qué ocurriría si la electricidad o la fontanería no funcionasen? ¿Viviríamos en un edificio precioso sin agua ni electricidad en condiciones? A veces, lo que no tiene cara, es lo que hace que el edificio funcione y puedas vivir cómodamente en él.

Hoy en día se ha perdido mucho la separación entre las distintas funciones del proceso editorial (director de arte, maquetador, corrector) y todos somos un poco todo. Si volvemos a la analogía del edificio, al final somos el arquitecto, el albañil, el electricista y ¡hasta el conserje!

«Si haces una revista de deportes, aunque no te interese, tendrás que aplicar una estética con la que los lectores de dicho medio se sientan identificados». Ángel Olmos.

¿Vais a apostar por nuevos autores o preferís referencias clásicas de valor, pero inéditas en nuestro país?

Ángel: Somos un proyecto humilde y nuestra idea es que los títulos que publiquemos sean útiles, útiles para la profesión y especialmente para los estudios de diseño, los estudiantes y profesores. Ahí entran, desde manuales de referencia a clásicos. De hecho, libros ocultos hay pocos, pero si nos salen sorpresas como Diseño para la edición, genial.

En el caso de la obra de Cheng, se trata de un libro descatalogado pero que tiene demanda. En Gustavo Gil no tenían pensado reeditarlo y nos vendieron los derechos, así de simple. De hecho, el objetivo también es publicar títulos propios. Que la gente que tiene tablas en la docencia, españoles o de fuera, que hagan sus propios textos.

RA: Y que no les de miedo poner en peligro su vida ¿no? (en referencia a la anécdota de «La huesuda»)

Ángel: Jajaja, eso también. En tipografía e historia si hay bastantes buenos manuales, pero de creatividad hay menos.

Txus: Si te fijas, en libros de bachillerato y demás ha habido una gran evolución, con obras muy ilustradas y pedagógicas. Sin embargo, en artes plásticas no existe nada, ni que remotamente se le parezca.

Hoy en día se ha perdido mucho la separación entre las distintas funciones del proceso editorial (director de arte, maquetador, corrector) y todos somos un poco todo. Si volvemos a la analogía del edificio, al final somos el arquitecto, el albañil, el electricista y ¡hasta el conserje!

Alfonso: Tú que eres profesor de editorial te pasará también ¿no?

RA: Sí, y de hecho lo que ocurre es que muchas de estas obras tienen un carácter muy fast food. Son demasiado generales y sientes que no te han contado nada nuevo. Lógicamente, hay varias excepciones como El Diseño de libros, editado por nuestra queridísima Campgrafic.

Ángel: Queremos publicar libros que si tu preguntas qué 6 libros recomendarías sobre producción gráfica, sobre caligrafía, lo que sea… que entre esos libros, haya algunos de los nuestros.

«Si te fijas, en libros de bachillerato y demás ha habido una gran evolución, con obras muy ilustradas y pedagógicas. Sin embargo, en artes plásticas no existe nada, ni que remotamente se le parezca». Tux Marcano.

Sobre los precios y la distribución

RA: Otro de los aspectos que nos llama la atención es el precio del libro (14,90 €), que uno se espera una edición más cutre, y sin embargo, está muy bien editado.

Alfonso: Sí, mucha gente nos ha dicho que cuando les ha llegado el libro, no se esperaban que estuviera tan bien editado.

Txus: Los márgenes de la distribución, que normalmente están incluidos en todos los libros, nosotros no lo tenemos. No distribuimos a librerías.

Alfonso: Si distribuyéramos a librerías, el libro tendría que valer el doble, por lo menos. Si tienes la referencia de alguien que te ha dicho que es muy bueno, no te vas a detener por el precio.

Txus: No tenemos una política de descuentos, ni nada parecido. No hay distribuidores, ni intermediarios ni librerías. Simplemente, siempre cobramos lo mismo por el libro. Si hay compras en grandes cantidades, podemos hacer un ajuste en los portes. Incluso la gente de Málaga, no tiene que pagar los portes, porque se suele pasar por aquí a buscarlo.

Ángel: Las ventas también están yendo muy bien por ese motivo. La gente le da el beneplácito de la duda por menos de 15 €. Por un lado pierdes el poder ojearlo físicamente en una librería, pero por otro lado, te lo piensas menos a la hora de comprarlo. De hecho, no hemos tenido ninguna devolución todavía, y esperemos no tenerla. Si tuviéramos que gestionar la logística, pedidos, fondos a librerías, etc. necesitaríamos más medios. Se trata de un proyecto pequeño, pero de momento hemos vendido un tercio de la tirada inicial en un mes.

«Queremos publicar libros que si tu preguntas qué 6 libros recomendarías sobre producción gráfica, sobre caligrafía, lo que sea… que entre esos libros, haya algunos de los nuestros». Ángel Simón.

¿Pensáis que la tipografía está de moda? ¿A qué pensáis que se debe este momento dulce?

Txus: Nunca ha habido tantas fundiciones en España y de una calidad como la que hay, además.

Ángel: Cuando yo empecé a interesarme por el tema, no había apenas títulos sobre el tema en castellano; alguna obra de Martin Solomon o Christopher Bourke, y poco más. Lógicamente, no había internet para buscar otras cosas. El boom de la tipografía viene con los ordenadores y el uso de la tipografía en ordenador. Desde cualquier chaval de primaria, a una abuela que use Whatsup, todo el mundo sabe lo que es la tipografía. Esto ha generado una curiosidad en todos los usuarios.

Cuando yo empecé, nos llegaba a la editorial Edelvives, todo tipo de material promocional de Agfa y sistemas de fotocomposición. Los diseñadores de allí nos preguntábamos «¿Cómo harán esto? Esto debe ser un señor en Berlín, que debe ser, no sé, ingeniero espacial, para poder hacer tipografía», porque no sabíamos cómo se diseñaban, a pesar de utilizarlas. Ahora esto es mucho más asequible.

Alfonso: También hay un poco de moda, sobre todo en el campo del lettering, la rotulación, etc.

Ángel: De hecho, es que enlaza con otra moda anterior, que es el graffitti. Muchos chavales, a base de dibujar las letras de sus firmas, etc. han generado una curiosidad por la forma de las letras, que al final les ha conducido a la tipografía o a la composición.

Txus: Andalucía es la única comunidad autónoma donde existe la asignatura de Caligrafía de forma oficial en el currículo. Tengo la suerte de impartirla. Tuve dos años para prepararme a fondo y aprender lo que hoy en día les enseño a los alumnos, control de la mano, etc. Es un orgullo ver lo que hacen los chavales al principio de la asignatura, y compararlo con lo que llegan a hacer al final.

«Nos preguntábamos ¿cómo harán esto? Esto debe ser un señor en Berlín, que debe ser, no sé, ingeniero espacial, para poder hacer tipografía, porque no sabíamos cómo se diseñaban, a pesar de utilizarlas». Ángel Olmos.

Pregunta de rigor… ¿Qué tipografías consideráis indispensables en vuestras vidas?

Txus: La Marat de Ludwig Übele. Me encanta la Lexicon, de Bram de Does, una de las tipos más brutales que se ha hecho nunca, junto con la Marat que es algo divino. Una tipografía que para mi fue un descubrimiento, y a la que le tengo un especial aprecio, es la Orenga de Jordi Embodas y la Czeska de Balius.

Alfonso: Yo no tengo tipografías favoritas lo mismo que no tengo un color favorito. Como diseñador gráfico utilizo lo que venga mejor a cada proyecto, las contemplo desde el punto de vista de qué es lo que necesito y cuál es la finalidad. En revistas me gustan las revistas comerciales, más que las de diseño propiamente dichas. Me gusta mucho lo que hace Esquire o lo que hace Líbero o Panenka. También la revista inglesa Cyclist.

Ángel: Bembo, Universe. Me gusta mucho la tipografía Garibaldi, que ha incluido hace poco Fontown en su catálogo, que me parece estupenda, y la estoy utilizando bastante. También los portugueses están haciendo unos tipos magníficos en general.

Txus: Las tipografías empleadas en el libro aparecen citadas. Nos gustan mucho este tipo de detallitos. Para esta obra se han empleado la Farrerons Serif de Josep Patau, la Barna de Andreu Balius y la BW Stretch, de Alberto Romanos (Branding with Type). Nosotros hablamos mucho sobre tipos, hay que tener un cierto componente de mitómano.

Y hasta aquí la charla con Jardín de Monos, una editorial especializada en diseño editorial y tipografía, igual que este, vuestro blog, y a la que auguramos y deseamos una trayectoria, al menos, tan larga como la que esperamos para nosotros.

Fotos: Salva Cerdá (Rayitas azules)

Ficha técnica

Título: Diseño para la edición

Autor: Jan V. White

Ilustraciones: Jan V. White

Editorial: Jardín de Monos (Málaga)

Género: Diseño editorial

Idioma: Español (traducción del original a cargo de Juan Agustín Marcano y Alfonso Simón)

Encuadernación: Rústica

Medidas: 210 x 297 mm (formato A4)

Páginas: 252

Web

ISBN: 978-84-948018-0-8