Que el sistema tradicional de adquirir tipografías está cambiando resulta más que evidente desde que, hace unos años, emergieron plataformas digitales con novedosas propuestas, como los modelos de suscripción de Fontown, FontStore, Typekit o Monotype, el renting de Fontstand, sin olvidar los marketplace como MyFonts o Creative Market.

Siguiendo este último modelo de distribución, el marketplace, ha nacido un proyecto realmente fresco en el mundo de la tipografía, Future Fonts.

Se trata de un espacio que sirve para poner en circulación tipos de alta calidad experimentales —se cuida mucho qué diseñadores y con qué tipografías participan en el proyecto—, pero con la particularidad de que se encuentran en pleno proceso de creación, por los que el coste para el usuario final es realmente ventajoso. El diseñador lanza una versión funcional de su trabajo con un set básico de caracteres, de modo que pueda ser testado en situaciones reales, y quien haya adquirido la tipo irá recibiendo las sucesivas actualizaciones sin costes adicionales.

Los padres y madres de la criatura son Lizy Gershenzon y Travis Kochel, de Scribble Tone, y James Edmondson, de Ohno Type Co, fundición tipográfica de la que os hablamos en nuestro anterior artículo sobre nuevas tipografías. La idea es ayudar a los diseñadores de tipos «a lanzar primeras versiones o versiones beta de sus tipografías, de forma similar a cómo se lanzan las versiones de software. Esto hace que nuevas versiones más completas con nuevos estilos estén disponibles más pronto y ayuda a financiar un proceso creativo largo y, por lo tanto, costoso».

La idea es crear comunidad alrededor del diseño de tipos y, sobre todo, facilitar el acceso a tipografías de alta calidad a precios asequibles, pero sin devaluar el trabajo de los diseñadores, es decir, dotándolos de la posibilidad de financiar económicamente sus proyectos más personales y experimentales.

Porque en Future Fonts encontramos letras experimentales, arriesgadas, formas sinuosas, llamativas y envolventes, verdaderas delicias tipográficas.

Nos encanta la idea de que si compras, convirtiéndote por ello en un early bird, una tipo que se encuentra en un estadio no muy avanzado de creación, pagarás menos por ella que si esperas a que avance el proceso para adquirirla, con la ventaja de que las sucesivas actualizaciones las recibirán gratis. Todo un incentivo para compradores avispados y gourmets de la tipografía, y, por supuesto, para los diseñadores, que aparte de apoyo económico, recibe un espaldarazo moral de cara a avanzar con sus ideas, ya que pueden comprobar que existe público para sus letras. Los creadores de Future Fonts lo llaman retroalimentación temprana, es decir, «empoderar a los diseñadores de tipos con nuevas herramientas y oportunidades financieras, minimizando los riesgos y fomentando un diseño innovador». Bravo por ellos.